parte 45

37 4 4
                                    

Buenos Aires, lunes 18 de abril del 2009

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Buenos Aires, lunes 18 de abril del 2009

Patricio

Durante el finde semana, Asia paso casi todo el día durmiendo. El domingo, hizo un esfuerzo ya que invite a mí abuela, mis padres y mis hermanos a pasar pascua.

Estoy muy preocupado por la situación de Asia, tanto es su dolor que tuvo que faltar al trabajo para poder venir al médico. Espero no nos den malas noticias.

Estoy sentado en la sala de espera, los pasillos están llenos de gente y médicos que pasan apurados. El olor alcohol inunda el lugar, mezclándose con los ruidos de la multitud. No sé porque está tan repleto el día de hoy.

—¡Patricio! —me llama la médica de Asia.

La joven de cabello castaño y ojos celeste, sale del consultorio. Desde el momento que Asia, comenzó a tratar su enfermedad, ella la atendido, así que nos conoce bastante, o al menos lo suficiente para saber nuestros nombres.

—¡Si! ¿está todo bien con Asia? —pregunto preocupado desde mi asiento.

—Le hicimos chequeos. Sabes que la enfermedad de ella es difícil de diagnosticar, pero todo indica que ha tenido un avance en ella —explica y yo miro demostrando que no termino de entender—. Para hacerla simple, va experimentar dolores más intensos a partir de ahora.

—¿Ya se lo comunicóo? No creo que Asia resista a esta noticia —comento preocupado.

Hace tiempo que trato de convencer a Asia, de que su enfermedad va ir calmando, ella nunca me creyó y afirmaba que si empeoraba no estaría dispuesta a soportar. No sé cómo vaya a reaccionar, o cuáles son sus intenciones, siempre dice que se quiere matar. Yo lo tomo al asunto con preocupación, pero en realidad no creo que haga algo así.

—Queria avisarte primero. Tal vez lo mejor es que se lo diga en tu presencia —explica amable Soledad—. Seguro necesite contención.

Asíento preocupado, ella me hace señas para que pase al consultorio. Allí veo a Asia sentada frente al escritorio, mirando a la mesa de madera marrón, se la ve perdida, no se que pensará.

—¿Para que lo trajo? —pregunta Asia confundida, mirando a la médica.

—Bombón, la médica nos quiere decir algo, no es grave, pero si importante —explico tratando de apaciguar la situación.

—Asia, quiero comentarte, que tus dolores se han intensificado a causa de un aumento de grado en tu enfermedad —menciona Soledad y Asia mira hacia mí confundida.

—¿Voy a tener a partir de ahora dolores más fuertes todos los días? —pregunta Asia frustrada.

—Si, pero con medicaciones, kinesiología y demás tratamientos, vamos a disminuir. Si todo se cumple, vas a poder mejorar y bajar de grado —comenta optimista la médica.

Todo lo que fue ➞ Patricio Sardelli - AirbagDonde viven las historias. Descúbrelo ahora