Parte 10

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Rio Negro, martes 9 de diciembre del 2008

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Rio Negro, martes 9 de diciembre del 2008

Asia

El día en Rio Negro, se efectuó con una mezcla de calma e indecisión. El ambiente de campo fue propició para que pudiera sumergirme en mi mar de emociones y reflexiones profundas relacionadas con Pato. 

En la noche me había tomado una pastilla para dormir, gracias a ello pude tranquilizarme y descansar. Desperté a eso de las ocho; desayune junto a mi tía, mientras trataba de perderme en sus anécdotas para evadir mis pensamientos. Luego el resto de la mañana, pase tirada en patio entre arboles y una brisa tranquila; como no había nadie en la casa, disfrute de la soledad.
Decidir entre volver con Pato, o dejarlo ir, fue algo que me atormento la cabeza en todo momento. Las tres perdidas de embarazo, dejaron grandes cicatrices, sobre todo la ultima, movilizo lo más profundo de mi. No quiero ser la persona que lo condene a una vida llena de sufrimiento.  

Una respuesta a tanta confusión era lo que quería  encontrar; por suerte para esta ocasión, tuve la sabiduría de mi tía, que con palabras justas, me permitió aclarar un poco todo el caos que llevo dentro. ¿Cortar lazos con Pato seria lo mejor para liberarlo de este sufrimiento?, ¿o la separación seria más dolorosa que cualquier otra cosa?

La noche se avecina como el fin de un día fracasado, muchos conflictos que están próximos a resolverse, pero que pueden traer consigo otros. La oscuridad promete traerme mejores cosas al despertar, espero que el amanecer me conceda el suficiente valor para enfrentar mi decisión. Ya decidí la repuesta que le daría a Pato; mi tía logro ayudarme a definirlo, así que, mañana temprano debería volver a Buenos aires.

Estoy dando vueltas en la cama. El cuarto que me otorgo mi tía es cómodo pero sin Pato, lo siento tan falto de todo. El colchón de dos plazas me resulta gigantesco, hace tanto que no duermo sola; siempre le reclamaba que me quitaba mucho espacio o me quejaba cuando se pegaba a mi abrazándome. Sin embargo, es lo que más extraño en este momento.

Con la luz tenue de la lampara, observo la habitación. Las paredes de madera marrón, el techo alto, los muebles estilo victoriano en caoba. Pienso que podría quedarme a vivir a acá, ya que esto tiene el tamaño de un monoambiente, con baño incluido, aunque eso no me asombra porque en mí casa también tengo un baño dentro del cuarto que comparto con Pato.

Miércoles 10 de diciembre del 2008

Despierto de repente, ni siquiera recordaba haberme dormido, creí que sería imposible que eso ocurriera. Tengo mucho sueño, así que intuyo que tanto no logré dormir.

Pongo los pies sobre el suelo y siento un frío entrando a mí cuerpo. Ayer mí tía prendió el aire, por lo que la habitación está congelada; al menos dormí bien tapada para que no afectará a mis dolores. Me dirijo hacia el baño con mis pies descalzos, tomaré una ducha caliente en la bañera y luego buscaré mí ropa, ya llegó el momento de irme.

Todo lo que fue ➞ Patricio Sardelli - AirbagDonde viven las historias. Descúbrelo ahora