Capítulo 3

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Por más que la señora Yu y sus hijos trataron de que el señor Fengmian les hablase acerca de la apariencia de Lan Xichen, no lograron sacarle nada. Le atacaron de varias maneras: con preguntas directas, suposiciones ingeniosas, y con indirectas; pero por muy hábiles que fueran, él las eludía todas.

Y al final se vieron obligados a aceptar la información de segunda mano de su prima Yanli, su impresión acerca del Primer Jade era muy favorable, y su esposo, Jin Zi Xuan, también había quedado encantado con él. Era joven, guapísimo, extremadamente agradable y para colmo pensaba asistir a la próxima cacería nocturna en Yunmeng con un grupo de su secta.

—Si pudiera ver a uno de mis hijos viviendo felizmente en Gusu, y a los otros igual de bien casados, ya no desearía más en la vida —le dijo la señora Yu a su marido.

Pocos días después, Xichen le devolvió la visita al señor Fengmian y pasó con él diez minutos en su biblioteca. Él había abrigado la esperanza de que se le permitiese ver a los muchachos de cuya belleza había oído hablar mucho; pero no vio más que al padre.

Los cinco Jiang y la señora Yu fueron un poco más afortunados, porque tuvieron la ventaja de poder comprobar desde una ventana alta que Lan Xichen llevaba una túnica blanca con un abrigo azul y montaba un caballo blanco como la nieve. No pudieron verle con detalle el rostro desde esa altura, pero no había duda de que Lan Xichen parecía un dios que había bajado al mundo terrenal.

Poco después le enviaron una invitación al Lan para que fuese a cenar. Wei Ying se ofreció a ayudar, ya que le encantaba cocinar, pero naturalmente toda su familia se negó. La señora Yu tenía ya planeados los manjares que le darían crédito como buena anfitriona y no aceptó que Wei Ying ayudara a cocinar, pero sí aceptó su sugerencia de preparar sopa de costillas con raíces de flor de loto, el favorito de sus dos hijos mayores.

Todo iba bien, pero no contaban con recibir una respuesta que echaría todo a perder. Lan Xichen se veía obligado a ir a Gusu al día siguiente, y en consecuencia no podía aceptar el honor de su invitación. La señora Yu se quedó bastante desconcertada. No podía imaginar qué asuntos le reclamaban en Gusu en tan poco tiempo después de su llegada a Yunmeng; y empezó a temer que la oportunidad de casar a uno de sus hijos con él se estropeara si no asistía a la cacería nocturna.

Yanli apaciguó un poco sus temores llegando a la conclusión de que sólo iría a Gusu para reunir a un grupo de su secta para asistir a la cacería nocturna.

Y cuando el día del evento llegó, entraron en el salón donde se reunirían todos antes de dar inicio a la cacería.

—A-Cheng, si todos los alfas no terminan enamorados de ti esta noche, entonces consideraré que no sé juzgar la belleza —comentó Wei Ying a su hermano.

—O más bien, no sabes juzgar a los alfas.

—Los alfas son fáciles de juzgar.

—No todos son malos.

—Son tontos manejados por feromonas.

—Un día de estos, Wei Ying, te fijarás en un alfa, te enamorarás como un idiota y yo me reiré de ello.

—Pues te quedarás con las ganas porque tal cosa nunca pasará.

De repente todo se puso en silencio cuando la multitud vio que cinco personas elegantes acababan de entrar en el salón. Inmediatamente los líderes de las sectas se acercaron a saludar a los recién llegados.

—¿Estos son los famosos Lan de Gusu? —preguntó Wei Ying.

—Así es —le respondió su amigo Huaisang que había estado cerca de ellos todo este tiempo.

Orgullo y Prejuicio. Versión MDZSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora