—¿Y piensas castigarme todos los días? —Weiying sintió como el Jade se acercaba más a su rostro.
—Mmm.
—¿Por qué tanto? —preguntó casi sin aliento.
—Todos los días, son todos los días —dijo Lan Zhan, quien de un tirón se quitó la cinta de su frente y miró seriamente a Weiying.
Weiying tragó saliva con dificultad— Hanguang-Jun, ¿qué piensas hacer con esa cinta?
Sin esperárselo, Lan Zhan lo tomó de las muñecas y comenzó a atarlas.
—¿Qué estás haciendo?
—Castigo.
Los nervios de Weiying aumentaron considerablemente. No es que tuviera miedo de Lan Zhan, más bien, tenía miedo de sí mismo, porque en ese momento, estaba totalmente dispuesto a dejarse hacer todo lo que el Jade quisiera y no puso ninguna resistencia en lo que lo ataba de manos.
—Hey, Lan Zhan. ¿No crees que ya son suficientes nudos?
-—No.
—Te prometo que no me escaparé.
Lan Zhan paró de hacer nudos al escucharlo y luego lo miró con ceño fruncido. Esto provocó que Weiying se sobresaltara al sentir la repentina mirada sobre él. Nunca nadie en la vida, ni siquiera sus padres habían podido callarlo o intimidarlo con una sola mirada.
—Esta bien —dijo con voz más grave— Aún así. Weiying merece castigo.
Weiying lanzó un ligero grito al sentir como era girado con fuerza para quedar de cara contra la pared.
—¿Qué me vas a hacer? —sintió como el alfa lo abrazaba por la espalda y recargaba el rostro en su hombro derecho. En esa posición pudo sentir la respiración agitada del Jade sobre su cuello y disfrutar mejor su delicioso aroma a sándalo. Weiying lo admitía, ya era adicto a ese aroma desde la primera vez que lo había percibido. Lo mismo pasó con Lan Zhan, quién se quedó un rato en el cuello del omega para poder deleitarse con su dulce aroma a flores silvestres.
Lan Zhan comenzó a deslizar sus manos por su cuerpo, yendo desde su vientre hasta su pecho, y luego de regreso.
Esto no puede estar pasando —pensó Weiying— Pero...no me desagrada.
Su temperatura se fue elevando rápidamente al igual que su deseo por ser tocado por el alfa. De repente, sintió un beso sorpresivo sobre su mentón, la sensación fue tal que le temblaron las piernas y con sus manos atadas se recargo en la pared para darse soporte.
—Lan Zhan —gimió suavemente.
Ese pequeño gesto bastó para encender más al alfa dentro de Lan Zhan y tomó a Weiying de la cadera para pegarlo más hacía él y luego besar la suave piel de su cuello.
—Mmm...Lan Zhan...aaaah...
Con cada gemido de Weiying, Lan Zhan daba besos más profundos y sonoros sobre su cuello, dejando una qué otra marca por ahí.
—Lan Zhan —dijo entre gemidos— ¿así piensas castigarme todos los días en Gusu?
—Mmm. ¿A Weiying no le gusta? —comenzó a quitarle el nudo de sus túnicas.
—Amm...a mí... —sentía pena de contestar, no quería admitir que le gustaba.
Maldita sea, Lan Zhan. Me pones nervioso y tímido. Me desconozco.
Lan Zhan le abrió las túnicas para poder dejar al descubierto la piel de su torso, y comenzó a darle besos en sus hombros y a tocarlo nuevamente. Weiying se estremeció al sentir los suaves labios de Lan Zhan sobre su piel, así como sus manos tocando directamente contra su piel.
ESTÁS LEYENDO
Orgullo y Prejuicio. Versión MDZS
Fanfiction«Es una verdad mundialmente reconocida que un alfa soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita un omega.» Para la señora Yu, no hay nada más importante en este mundo que casar a sus cinco hijos: Jiang Cheng, Weiying, Wenning, Jingyi y Jingling...