Capítulo 42

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Weiying regresó a casa cuando dejó de llover. Al verlo entrar empapado y cabizbajo, Huaisang se levantó de golpe.

—Wuxian, ¿qué te pasó?

Weiying no dijo nada y se abalanzó hacía él para luego echarse a llorar. Bastante desconcertado, Huaisang lo abrazó sin importarle que el Loto estuviera mojado y comenzó a acariciar su cabello.

—Weiying, ¿por qué lloras?

—Soy un idiota, Huaisang. Me enamoré de quien no debía.

—¿Por qué lo dices? Wuxian, me preocupas. ¿Qué pasó?

Weiying siguió llorando y Huaisang esperó pacientemente a que respondiera.

—Lan Zhan me propuso matrimonio.

—¿Qué? —Huaisang se separó del abrazo para verlo de frente— ¿Hangguang-Jun se te declaró?

—Lo hizo hace solo unos momentos, pero...lo rechacé —Weiying comenzó a llorar más.

—Pero, ¿por qué? —dijo con asombro— Si se nota a leguas que que los dos se aman.

—Fue él, Huaisang. Fue Lan Zhan el que separó a Jiang Cheng de Xichen.

Con incredulidad, Huaisang escuchó todo lo que su amigo le contó. Al terminar el relato, se sintió decepcionado, él y Guangyao habían invitado a Weiying no sólo para pasar tiempo con él, sino porque sabían que el Segundo Jade también estaría en Lanling y tenían la esperanza de que por fin confesaran sus sentimientos y fueran felices, lo primero había pasado, pero lo segundo no.

~•~•~

Al siguiente día, el Jiang no bajó a desayunar, fue hasta medio día que salió de su habitación. Su rostro lo adornaba una sonrisa pero eso no engañaba a Huaisang y Guangyao, que podían notar la tristeza en su mirada.

Mientras esperaban que la comida estuviera lista, se escuchó que tocaron la campanilla y Guangyao y Huaisang se sorprendieron de ver a Wangji entrando.

—Buenas tardes. ¿Podría ver a Wuxian?

El matrimonio se miró para saber que pensaba cada quien de eso, Huaisang parecía algo reacio pero entendió por la mirada de su esposo que debían darle una oportunidad al Jade.

—Wuxian se encuentra en el jardín —dijo el Jin.

—Muchas gracias.

Weiying ya llevaba como media hora tratando de leer un libro, pero no podía concentrarse, en su mente sólo estaba Lan Zhan y cuando escuchó su voz, pensó que ya estaba alucinado, pero no era así, cuando volteó confirmó que el Jade si se encontraba ahí.

—¿Qué está haciendo aquí? —dijo con sorpresa, luego apartó la mirada de él con extrema seriedad— Váyase. No deseo verlo ni escucharlo más.

—No vengo a agobiarlo más con otro discurso mío —respondió Lan Zhan con su semblante serio de siempre— Imaginé que no querría hacerlo después de mi falta de tacto ayer, pero no podía irme sin aclararle las cosas. Vine a dejarle esto antes de regresar a Gusu —dejó una carta en la mesa del jardín— Espero pueda leerla. Me retiro, Wei gongzi.

Weiying se quedó estático viendo la carta sobre la mesa, no estaba seguro si quería leer su contenido y le tomó unos cuantos minutos tomar el valor para abrirla. Se encontró con dos pliegos llenos de la caligrafía más impecable que Weiying hubiera visto y la carta decía así:

"Querido Weiying, perdona si me atrevo a llamarte así, cuando aún de ser tuyo el nombre no merezco.

Disculpa la falta de formalidad en esta carta, pero el que te escribe estas líneas no es ni Hangguang-Jun ni Lan Wangji, sino Lan Zhan sin censura alguna.

Orgullo y Prejuicio. Versión MDZSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora