Al llegar a Yunmeng, Jiang Cheng y Weiying fueron recibidos con alegría por sus hermanos pequeños. Su padre, aunque era muy lacónico al expresar su felicidad, en verdad estaba muy contento de tener a sus Lotos mayores de vuelta. Se había dado cuenta de la importancia que tenían en el círculo familiar. Las tertulias de la noche, cuando se reunían todos, habían perdido la animación e incluso el sentido con su ausencia.
A diferencia del resto de la familia, su madre era la única que no estaba tan contenta con su regreso y les reclamó no haber esperado un poco más, pero el enojo se le fue pronto y pidió a sus hijos que le contasen todo lo que había pasado durante esos días.
Los menores escucharon con mucha emoción lo que contaban sus hermanos mayores y no pararon de hacerles preguntas por un largo rato.
—Ay, yo también quiero vivir ese sueño —exclamó Jingyi al terminar de escuchar la historia.
—Yo también. No es justo que Jiang Cheng y Weiying puedan vivir esas cosas y nosotros no —reclamó Jinling.
—Para todo hay un tiempo. Ustedes aún están muy chicos para vivir esas cosas —dijo el señor Fengmian.
—Weiying, ¿no tuviste problemas con Lan Wangji? —preguntó Wenning. Todo ese tiempo había estado preocupado por su hermano.
A Weiying le tomó por sorpresa tal pregunta.
—Sí. Todo bien. No te preocupes, hermanito —le ofreció una sonrisa.
Jiang Cheng le dirigió una mirada que claramente le decía: "Mentiroso", pero no dijo nada. Respetó que si él no quería decir nada, él tampoco lo haría.
—Ah, no hablemos de Wangji —se quejó la señora Yu— Weiying, confío en que si pasó algo, pusiste en su lugar a ese alfa tan creído.
—Puedes estar segura de eso, madre.
—Bueno, yo les tengo un regalo de bienvenida —dijo el señor Fengmian. Hizo una seña a uno a los sirvientes y enseguida trajeron bandejas llenas de los bocadillos y postres favoritos de sus hijos mayores.
Los ojos de Jiang Cheng y Weiying brillaron de alegría y agradecieron a su padre a la vez que le daban un abrazo, no solo habían extrañado a su familia, la comida también.
~●~●~
La hora de dormir llegó y la señora Yu se encontraba cepillando su cabello frente al espejo, mientras lo hacía, le habló a su esposo:
—Ay, querido. Deberíamos de empezar a organizar la boda. Quiero que cuando nos den la noticia, nosotros ya tengamos una idea de cómo será todo.
—Pero querida, ¿cómo puedes estar segura que tal cosa pasará?
La señora Yu bajó su cepillo de golpe y lo miró con severidad desde el espejo.
—¿Todavía te atreves a dudarlo? Es obvio que Lan Xichen ama a nuestro hijo.
—No dudo que a Xichen le guste nuestro hijo y que pueda sentir algo más por él, pero lo cierto es que aún no estamos seguros de nada. No deberíamos precipitarnos.
—¡No diga tonterías , mi señor!
—Mi señora, si lo digo, es también por el bien de Jiang Cheng. Por favor, no le metas ilusiones de que se casará con Xichen, porque si no sale como te imaginas, él saldrá muy lastimado.
—Fengmian, he trabajado mucho para que esa relación se haga realidad. Esos días que nuestro hijo estuvo bajo el techo de los Lan no debieron haber sido en vano.
—Deja que todo fluya de manera natural entre ellos. Si en verdad son el uno para el otro, el mismo destino se encargará de juntarlos.
La señora Yu no dijo nada y muy molesta se acostó dándole la espalda a su esposo.
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Orgullo y Prejuicio. Versión MDZS
Fanfiction«Es una verdad mundialmente reconocida que un alfa soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita un omega.» Para la señora Yu, no hay nada más importante en este mundo que casar a sus cinco hijos: Jiang Cheng, Weiying, Wenning, Jingyi y Jingling...