Capítulo 31

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Muelle de Loto. Día siguiente.

Los Jiang se encontraban desayunando.

—Espero, querida —dijo el señor Fengmian a su esposa—, que hayas mandado a preparar una buena comida, porque tengo motivos para pensar que hoy se sumará uno más a nuestra mesa.

—¿A quién te refieres, querido? No tengo noticia de que venga nadie, a no ser que a Guangyao o a Huaisang se les ocurra visitarnos de sorpresa como es su costumbre.

—La persona de la que hablo es un caballero y forastero.

Los ojos de la señora Yu relucieron como chispas.

—¿Un caballero y forastero? ¡Es Zewu-Jun, no hay duda! —dijo con emoción, luego miró con seriedad a su hijo mayor— ¿Por qué nunca dices ni una palabra de estas cosas, Jiang Cheng? ¡A veces me desespera lo reservado que eres!

—Mamá, yo no sabía nada de que Xichen iba a venir a visitarnos hoy.

—¡Ay, pero cómo odio que me avisen a la mera de estas cosas! ¡Tengan un poco de compasión de mis nervios! Hay que preparar un menú especial. Jinling cariño, toca la campanilla, debo dar instrucciones a la servidumbre.

—No es Zewu-Jun —dijo su esposo— Se trata de una persona que no tiene precisamente una muy buena relación con esta familia.

Estas palabras despertaron el asombro general de la familia e inmediatamente su esposa e hijos comenzaron a hacerle preguntas. Después de divertirse un rato excitando su curiosidad, les explicó:

—Recibí esta carta muy temprano y me sorprendió mucho ver de quién venía, como mencioné antes, no es amigo de nuestra secta —hizo una pausa antes de proseguir— La carta es de Wen Chao.

—¿Qué? —exclamaron sus cinco hijos.

En cambio, el brillo volvió a los ojos de la señora Yu, quien tratando de ocultar sus ansias preguntó a su esposo el contenido de la carta.

—Eso es lo que también me llama la atención —dijo el señor Fengmian— La carta solo dice que desea venir a visitarnos. Mencionó que sería como a la una de la tarde.

—¿Es en serio? —Weiying era el más afectado con la noticia y no podía creer lo que su padre decía, por lo que tomó él mismo la carta para comprobarlo. Para su mala suerte, lo que había dicho su padre era cierto— Algo ha de tramar este individuo. Me da mala espina que de repente quiera venir a visitarnos.

—A mi también —dijo Wenning— Especialmente por ti Weiying, no soporta verte.

—Ay, ¿pero por qué dudar de su buena fe? —dijo su madre— Quizás ha reflexionado y después de tanto tiempo quiera hacer las paces con la secta Yunmeng Jiang.

—¿Las paces? —Weiying se rió con ironía— Justo ayer quería golpearme por haber chocado con él por accidente. Así es que dudo que de la noche a la mañana le haya surgido interés por llevarse bien con los Jiang.

—Quizás venga a cobrar la ropa que Weiying le arruinó —dijo Jingyi con diversión— Ya van dos veces que le tira la copa encima.

—Ese hombre es realmente desagradable —dijo Jingling— ¿En verdad tiene que venir?

—¡Basta de tonterías! Quiero que todos se comporten cuando llegue Wen Chao y lo traten bien. Weiying cariño, deberías arreglarte muy bien hoy, un cambio de peinado no te vendría nada mal.

Weiying miró a su madre con terror— Madre, ¿quieres que me arregle para Wen Chao?

—Solo te estoy pidiendo que te veas presentable. Es más, deberías de pensar en alguna actividad divertida para hacer con él ya que será nuestro invitado.

Orgullo y Prejuicio. Versión MDZSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora