Capítulo 17

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 De regreso, Weiying se fue lo más rápido posible y justo cuando llegó a la habitación, habían dado las nueve en punto. Al cerrar la puerta detrás de él, suspiró de alivio, al menos, esa regla no la había roto.

—Agradezco haber nacido como un Jiang, qué estrés ser un Lan.

Sintió un aroma agradable a incienso y se dio cuenta de que habían puesto a quemar uno.

—Vaya, qué detalle —el aroma le pareció relajante.

Observó la habitación, era espaciosa y elegante; a diferencia del estilo Jiang, los Lan utilizaban colores sobrios y pocos adornos. De hecho, el único adorno que había ahí era una pintura de un paisaje de montaña. Al ver que la pintura era bella, se acercó para apreciarla mejor. Se podía notar que los brochazos habían sido ligeros y rápidos, pero precisos. Era una obra notable.

Se agachó para leer el nombre del pintor y decía: Lan Xichen.

—¡Wow! Zewu-Jun también posee este talento. No cabe duda que por eso los Lan tienen fama de poseer gran variedad de virtudes. Me pregunto qué otras virtudes tendrá Lan Zhan.

Luego, notó que había una mesita con una tetera y cuando la agarró se dio cuenta de que había líquido en ella. Entonces se sentó y se sirvió un poco del contenido, pero cuando probó el té se llevó una gran sorpresa con el sabor.

––¿Acaso esto es…? ––Wei Ying abrió la tetera y olió el contenido –– ¡Esto es… Sonrisa del Emperador!

Al haber levantado la tetera se dio cuenta de que debajo de ella había una nota que decía lo siguiente:

Joven maestro Wei,

Disculpe mi atrevimiento, pero supuse que estar en un lugar tan tranquilo como aquí podría volverlo loco, así es que me tomé la libertad de hacerle este obsequio para que su estancia aquí sea más agradable.

Disfrútelo,

Ling Wen.

––Ling Wen, empiezo a pensar que no eres tan Lan como pareces, y eso es un cumplido ––pensó Weiying en voz alta.

Más animado por el regalo, se dispuso a beber el líquido ardiente mientras seguía observando a su alrededor. En eso, se dio cuenta de que al lado de un biombo había un espejo. Se levantó de un saltó y lleno de curiosidad se miró en él.

Me veo muy guapo, como siempre.

Las túnicas que le habían dado eran elegantes y la tela era muy suave y cómoda, sin embargo, le quedaban un tanto grandes, por lo que al amarrarlas las había doblado un poco para que le quedaran mejor.

––Me pregunto de quién serán estás túnicas.

Observó que las túnicas tenían patrones de nubes en los hombros y luego se quedó estático al recordar quién era la única persona que usaba esos patrones en sus túnicas.

Lan Wangji.

—¿Estás túnicas son de Lan Wangji? —exclamó— Pero, ¿por qué él me prestaría su ropa?

De pronto Weiying se sintió incómodo en esas ropas pero no tenía de otra, sus túnicas estaban manchadas. Ya le pediría a alguien mañana que hiciera el favor de lavarlas.

Se miró desde todos los ángulos, el color blanco le sentaba bien, pero lo hacían parecer muy inocente y pasivo.

––Definitivamente esto no va con mi personalidad, pero siendo sinceros tampoco me desagrada.

Al decir esto, recordó que Guangyao, Huaisang y Jingyi opinaban que él y Wangji harían una buena pareja.

El color se subió a las mejillas de Weiying. Si ellos tres lo vieran en estos momentos, seguramente se reirían de él, porque estando así, portando las túnicas de los Lan, parecía que…

Orgullo y Prejuicio. Versión MDZSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora