La acción o decisión de huir, no es ningún secreto para el ser humano, incluso podemos claramente decir que no lo es para casi cualquier ser de corazón latente, cuando una persona o más correctamente dicho, un ser catalogado como viviente advierte, presiente algún tipo de peligro inminente, concreto y posiblemente mortal, que pudiese poner en peligro su ya de por si no muy prolongada vida, teniendo en cuenta lo finito de esta y que, fácilmente le puede ser arrebatada por algo o alguien, también desplegará instintivamente esta acción primitiva de huir.
Al igual que una perspicaz gacela, advierte de un peligro de acechamiento de cualquier depredador, así mismo, esta tomará la acción casi inmediata de salir huyendo lo más rápido que le permitan sus articulaciones a través de la extensa pradera, para evitar ser devorada por un posible león hambriento. Para el ser humano, este significado algo más primitivo de la relación de huida entre presa y depredador, a veces sí que ocurre de forma literal. Tal como cuando un ser humano advierte que puede ser asaltado por alguien, cuando se siente perseguido u observado. Entonces, decide salir corriendo o esconderse donde pueda resguardarse y eludir el posible peligro de ataque, además de, por ende, el consecuente sufrimiento y final que dicho ataque le supondría.
Algunas personas podrían pensar que huir es una acción cobarde, pusilánime, pero no se hacen una idea de lo alejados que llegan a estar de la realidad.
Se trata de la espontánea defensa ante la indudable percepción de un peligro inminente, es la negación al rendimiento. La vívida voz de la impugnación de la subyugación de someterse al cruel y mortal destino, es la intención de seguir luchando por encabezar su existencia y seguir prolongando sus días sobre la tierra y su descendencia.
Sin embargo, ¿Qué ocurre cuando el propio ser humano es su propia presa y su propio depredador al mismo tiempo?
A lo largo de nuestra asfixiante vida, podremos huir de aquellos depredadores reales: ladrones, asesinos, personas con intenciones viles sobre nuestra persona.
No obstante, cuando el depredador se esconde en lo más profundo de nuestras cabezas, de nuestras retorcidas mentes, ¿Cómo escapamos de ello? ¿Cómo podemos evadirnos de esos demonios que nos devoran, desde dentro? De esos entes malignos que no nos abandonan ni tan si quiera cuando tratamos de conciliar el sueño en las noches, que están ahí, siempre presentes, como monstruos, eternamente acechando, para llevarnos a perder completamente la cordura y el razonamiento ético, recto y moral, para arrastrarnos a la más retorcida locura.
¿Cómo huimos entonces?, ¿Dónde se encuentra la ansiada escapatoria?, ¿El refugio?
A unos cuantos kilómetros del inminente caos, la vida era aparentemente normal, o al menos, todo lo normal que puede ser la vida en un país cuya única abundancia era el hambre, la necesidad e innegables malas condiciones. Pero de nuevo, cuando eres un infante caminando en la flor de la vida, ni por asomo puedes ser verdaderamente consciente de lo peligroso y cruel que puede ser el mundo real, de lo cerca que puede estar el peligro acechándote.
Por eso mismo, cuando JiMin, un adorable infante de tan solo nueve años de edad va caminando, más bien brincando por el acerado, avanzando lenta pero entusiasmadamente en saltitos de pura y sincera felicidad de regreso de la escuela primaria de la capital de Seúl, este solo puede pensar en lo sin dudablemente increíble que fue su primer día de clase.
Su cariñosa y atenta madre, le había preparado un delicioso desayuno para llevarse a la boca durante el receso escolar y además, si eso no fuera suficiente ya para dibujar una brillante y entrañable sonrisa en su rostro,
unos días antes se había arreglado y cortado cuidadosamente el cabello de forma que se sentía completamente fresco, emocionado y con demasiada energía, esto solo mejoraba más sabiendo que, a pesar de que para su edad aún tenía un comportamiento o forma de ser algo más infantil comparado a sus compañeros, había conseguido hacer amigos en su nueva clase, amigos que parecían de hecho, muy buenas personas, que le aceptaban tal y como era.
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Esposado A Un Asesino. Libro 1 . Unholy Blood. ⸸ | Yoonmin Hard +18⚠️
Random"¿Jugamos Gacelita?" Park JiMin es un infante risueño que un fortuito día, se encuentra con un misterioso niño al que intenta hacer su amigo. Horas más tarde, ambos terminan secuestrados por una peligrosa mafia Rusa y milagrosamente, Park sobrevi...