⸸ La Sumisión del príncipe ⸸

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(POV YoonGi)

No sé honestamente en qué momento he llegado a encontrarme en una situación como esta, el Min YoonGi de siempre no actuaría de este modo, ni en sueños, no, él hubiese utilizado a la pequeña mierda tímida, persiguiendo únicamente su propio beneficio, solamente lo manipularía con palabras falsas y gestos cuidadosamente cuadriculados para lograr escapar de aquel jodido cubículo, seguiría adelante con una expresión impasible, aunque eso implicase poner en riesgo la vida de la gacelita. Ese era el plan original cuando lo vi en la subasta, maldita sea, eso es lo que debía hacer.

No se suponía que debía importarme una mierda el desenlace que el destino tuviese para él.

Sin embargo, aquí me encuentro yo, agachado, con las manos extendidas en aquel frío vidrio, tratando de persuadirlo de que se salve él, transmitiéndole algo de consuelo únicamente con mi mirada, convenciéndole de que no pasaba nada, de que todo estaba bien cuando yo mismo sabía que absolutamente nada estaba bien si me quedaba en aquel lugar, sabía que podían matarme y lo peor es que el hecho de literalmente morir y dejar de existir sobre la faz de la tierra parecía haberse quedado en segundo plano en la lista de mis prioridades desde que percibí aquella desesperación desquiciada en sus ojos mientras golpeaba aquel cristal con fuerza. Negándose a irse. Negándose a escapar, a pesar de que podían hacerle mucho daño a él, de que podían matarlo.

Lo cual no debía importarme en absoluto, no era mi responsabilidad, no debía ser mi asunto.

Pero lo era.

Dios sí lo era.

Por una Mierda.

Le había literalmente gritado enfurecido que se largase de allí, cuando yo nunca perdía los estribos, nunca, con nadie, por el amor de Dios.

Definitivamente, algo estaba mal conmigo.

Muy mal.

Me concentro en la melancólica mirada que me dedica la gacelita a través de aquel cristal, puedo ver el dolor en sus castaños ojos cristalizados cuando le pido una vez más que se vaya, incluso aquel apodo que tanto le irritaba parece ni siquiera molestarle en este momento.

Curvo la comisura de mis labios en una pequeña sonrisa triste. — Corre — Le ánimo, alzando el rostro y señalando la salida con la cabeza.

Se oye cómo unos hombres se acercan a la habitación y JiMin retrocede rápidamente con una expresión de terror, sin moverme, observo cómo se da la vuelta torpemente y se dirige por fin hacia aquellos túneles, dedicándome una última mirada, en solo unos segundos más su figura desaparece de mi vista.

Aún agachado en la misma posición, con aquellas manos apoyadas en el cristal, cierro levemente mis manos en puño y cierro mis ojos unos segundos también.

Me incorporo lentamente y suelto un suspiro aliviado mirando al suelo de aquel cubículo. Había logrado que se fuera al fin. Siendo sincero, nunca imaginé que vería a JiMin actuar de esa manera, lo había visto completamente desesperado, roto, las heridas de sus manos eran bastante graves y aun así él no se quejó por el dolor ni una sola vez.

Era extraño, él era un ser extraño, sin duda, era extraño como me sentía cuando actuaba así...

Una voz me saca de mis pensamientos.

— Así que aquí es donde está el niñato insolente... — Escucho que dice a mi izquierda una molesta voz que reconozco al instante.

Observo de reojo cómo teclean dentro de la máquina la contraseña y la puerta de aquel vidrio se abre.

Visualizo que alguien me espera afuera.

— Su premio, señor — Aquel hombre que desprecio viene acompañado de un guardia de seguridad más alto que le entrega lo que parecen ser las llaves de mis esposas. — Que lo disfrute. — Finaliza.

Esposado A Un Asesino. Libro 1 . Unholy Blood. ⸸ | Yoonmin Hard +18⚠️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora