Esposado A Un Asesino. Libro 1 . Unholy Blood. ⸸ | Yoonmin Hard +18⚠️

Intenta escapar, rata de laboratorio.

[Unas horas antes de la huida]

Dolor, sensación en la medida de lo posible evitada por todo ser viviente, alerta del cuerpo de que algo va mal, es el manifiesto de la densidad y profundidad real del ser humano, el dolor nos indica hasta donde podemos llegar, cuanto podemos aguantar y cuál es nuestro límite. El dolor hace palpable y hasta visible la condición de finito del hombre, de que no estamos ni cerca de ser eternos, aquél que sufre o padece dolor, se reconoce como un ser mortal, y como ser mortal, tiene y posee un punto de no retorno. Nos recuerda lo fugaz de nuestro paso por la vida, es la proximidad a la muerte, la conciencia del posible y cada vez más cercano fin que se nos aparece de forma violenta, imprevista y en la mayoría de veces, no deseada.

El concepto de porque sufrimos dolor, del sufrimiento que la vida conlleva a veces, ha intrigado e intrigará siempre al hombre desde sus orígenes más primitivos. Esto es debido a que una de las cualidades que nos distinguen de otros animales, es precisamente nuestra propia conciencia y voluntad sobre él, obteniendo así, la capacidad de afrontarlo o incluso de provocarlo. Sin embargo, tal vez para desgracia de algunos, hay personas que creen que el dolor es el auténtico motor de la vida, el dolor que produce el deseo de algo concreto, la no consecución de una meta, o la ausencia de lo material o lo inmaterial, el camino hacia la satisfacción de lograr un objetivo en la vida, y a veces, no se tiene ningún reparo en causar dolor a otro ser humano para su propio beneficio, después de todo, "El fin siempre justifica los medios", ¿No es así?

No es que se considere a sí mismo una mala persona, por supuesto que no, él ha sentido y amado en múltiples ocasiones durante su vida. No obstante, el problema es que cuando tu objetivo en la vida se trata de algo tan ambicioso, tan grande, a veces no se puede evitar el desastre, la destrucción. Para un bien mayor, alguien debe mancharse las manos, cuando alguien quiere fortalecer su cuerpo, primero debe romper y destrozar los ligamentos de sus propios músculos, solo entonces y al cabo de un tiempo, estos se regenerarán, creciendo y desarrollándose como nuevo tejido, aumentando su fortaleza y resistencia. Tiene sentido de todos modos, aunque eso signifique tener que dejar a un lado la humanidad y hacer cosas que estén lejos de lo ético, de lo justo, de lo moralmente correcto.

Yaroslav se repetía esto a si mismo las pocas veces que el resentimiento invadía su retorcida mente, cuando a algún trabajador se le cruzaba el cable y le preguntaba que como podía hacer lo que hacía, hasta el punto en el que lo hacía, con sus respectivas consecuencias y a pesar de todo, dormir sin pausa por las noches: "Estamos luchando por un futuro grandioso", "Se trata de un mal menor, por un bien mayor", "Siempre en el progreso habrá daños colaterales", "Es inevitable", "Es necesario". Sin embargo, no todo el mundo era suficientemente fuerte, no todo el mundo tenía la estabilidad emocional, ni el estómago para realizar las tareas que se les encomendaban, y evidentemente esto no era como un trabajo rutinario de oficinista que podías renunciar y correr a otro empleo para sobrevivir. Aquí no había hueco para la posibilidad de objeción, para desgracia de muchos, en este trabajo, en este mundo, al que le superaba la situación o difiriese en opiniones con los procedimientos realizados por los superiores, simplemente al final del día le esperaría una cita con la muerte. Un indeseado abrazo del eterno descanso.

No lo malinterpretéis, es solo que así era más sencillo, se gastaría mucho dinero y recursos en dejar que esa persona saliera vivita y coleando por esas puertas, que fuese libre y tener que vigilarla para evitar que hablase de más acerca de lo que ocurría entre aquellas paredes. No es ser cruel, simplemente era el camino más rápido, más lógico, más eficiente, de todos modos, ¿Qué valen unas cuantas vidas humanas al lado de un fin tan grande como el que perseguían?

Absolutamente nada, era tal y como una mota de polvo en todo el universo conocido, todo era válido, todo estaba completamente justificado.

— Alguien debe hacerlo... — Susurró pensativo mientras observaba al cadáver previamente disparado, hundirse delante de sus oscuras orbes en aquella piscina de ácido hirviente. En un par de horas, de aquel hombre no quedaría ni tan siquiera el recuerdo. Sería borrado de la faz de la tierra como si nunca hubiese existido, su nombre, su voz, hasta sus ideas políticas o preferencias sexuales, pasarían a ser historia. Una leve y siniestra sonrisa se dibujó en su rostro de solo pensar en ello.