Esposado A Un Asesino. Libro 1 . Unholy Blood. ⸸ | Yoonmin Hard +18⚠️

Bienvenida al infierno ⸸🔞

(POV YoonGi)

" Juguemos gacelita....

  Juguemos con fuego..."

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— ¡¿E-Ehh?! ¡¿A-Ahora?! — Pregunta JiMin con el rostro completamente enrojecido.

— Ahora. — Declaro con un tono que no deja lugar para la objeción.

Él duda unos segundos — E-está bien.. — Musita finalmente con voz temblorosa, sin perder el tiempo, lo arrastro conmigo, él se deja aun sin estar seguro del todo, caminamos por aquella cubierta y pronto bajamos las escaleras, alzo la vista y observo el silencioso pasillo con todas las habitaciones de aquel barco. No se oye ni un solo alma, como son las altas horas de la noche, todos deben estar durmiendo.

Me giro levemente y le veo por encima de mi hombro — ¿Tu camarote? — Pregunto en voz baja, apretando inconscientemente el agarre en su muñeca, él duda nervioso y se relame los labios.

— E-El doce... — Finalmente susurra casi inaudible. Asiento levemente y camino hasta la habitación indicada, mis pasos se aceleran a medida que nos acercamos más a su camarote debido a que estoy comenzando a sentirme impaciente.

Luego de unos pasos más llegamos al camarote número doce, abro la puerta y entramos, suelto su muñeca y él se queda de pie junto a la puerta, completamente inmóvil, probablemente sin saber qué hacer o cuestionándose sobre si era realmente buena idea o no.

Pero ya era tarde, había logrado despertar mi curiosidad, además de una molesta sed de sangre, que, siendo sinceros, no me iría de allí sin saciar.

Dejo la luz apagada al percatarme de que la luz lunar que entra por la pequeña ventanilla es más que suficiente para ver. Al cabo de unos segundos, JiMin me sigue detrás en silencio dando cortos pasos, puedo notar la tensión emanando de su cuerpo y eso que ni siquiera lo estoy tocando.

Me acerco a la puerta del camarote para cerrarla y decidido, coloco el pestillo, oyéndose el sonido del click en eco por toda la habitación.

— Siéntate. — Le ordeno, dándole la espalda.

Él obedece sentándose en el borde de la cama, está tan nervioso que sus piernas se mueven en pequeños movimientos involuntarios mientras frota sus manos.

Me giro y procedo a acercarme lentamente a la cama, me tomo mi tiempo para observarle de pies a cabeza en silencio, tratando de concentrarme un poco. El punto era verlo como a una de mis víctimas, solo que, sin acabar con su vida, no debía matarlo, sino solo jugar con él para desfogar poco a poco aquella sed de sangre que corría por mis venas. Una víctima que no muriese, sonaba casi cómico, pero por alguna razón me daba demasiada curiosidad todo lo que él había dejado caer.

Ladeé levemente la cabeza, estudiándole, no elegí probar con JiMin aleatoriamente, tenía mis razones, ahora sería un buen momento para experimentar debido a que esta noche, como había matado a tantas personas aquel día, digamos que mi bestia interior al estar satisfecha sería algo más fácil de controlar, debería poder mantener mi autocontrol sin mucha dificultad aún sin la medicación.

Debería.

Pero eso solo era la teoría.

Si me pasaba, podría acabar matándolo y cortándolo a trocitos para antes del amanecer y siendo sincero, no quería eso.

No aún, por lo menos.

No esta noche.

— ¿E-Estás bien? — Pregunta al verme tan callado, yo asiento ligeramente, aún sumido en mis pensamientos, saco la navaja de mi bolsillo y la dejo sobre la mesa. Él me sigue con la mirada un tanto extrañado.