𝟒𝟏

572 44 13
                                    


"𝐋𝐚 𝐢𝐫𝐚 𝐢𝐦𝐩𝐮𝐥𝐬𝐢𝐯𝐚 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐬𝐞 𝐦𝐞𝐭𝐞 𝐞𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬."

—𝐑𝐢𝐜𝐤 𝐖𝐚𝐫𝐫𝐞𝐧


continuación del anterior capítulo...

Unos golpes resonaron en la habitación.

Salí apresuradamente del baño con miedo a que Frey se hubiese podido despertar por ellos, ya que no estaba lista para enfrentarme a él aún.

Frey se encontraba durmiendo profundamente con un brazo apoyado debajo de su cabeza. Su expresión ahora se veía calmada y relajada, sin ningún tipo de oscuridad presente en ella.

Sequé mis lágrimas apresuradamente y me dirigí lo más rápido que pude a abrir la puerta.

Cuando la abrí, Heist se encontraba al otro lado. Su expresión era seria, al igual que abajo en la cocina.

Me analizó de arriba a abajo, como si estuviese buscando algo en mi cuerpo.

—¿Te ha hecho algo?—me preguntó al ver mi expresión—Eve, puedes decírmelo.

Me apresuré rápidamente a negar con la cabeza, mientras limpiaba la punta de mi nariz con la manga de la sudadera que llevaba.

—No... No me ha hecho nada, tranquilo—respondí, tratando por todos los medios que mi voz sonase fuerte.

Heist analizó mi expresión de nuevo: Como si se estuviese debatiendo en sí creerme o no. No pude evitar bajar mi mirada, levemente acobardada por la presión de la suya.

—No creo que sea bueno que te quedes aquí—dijo al cabo de unos segundos. Antes de que pudiese decir nada, el rubio se apresuró a añadir lo siguiente: —Es peligroso Eve, Frey.

Noté como mi respiración se comenzó a acelerar ante esto último.

Sabía que Frey no era fácil, que tenía problemas a veces con su carácter, pero me negaba a reconocer que pudiese llegar a ser peligroso y menos conmigo.

—Él no es...—comencé a negarme, pero Heist ni siquiera me dejó terminar de hablar.

—Lo es Eve.

Mis ojos se encontraron con los suyos y tuve que morder mi labio inferior para retener las lágrimas que amenazaban con caer de mis ojos.

Pude ver como el rostro de Heist por un momento se relajó y colocó una de sus manos en mi brazo.

—Eve no te estoy diciendo que debas alejarte de él para siempre, solo te pido que hoy al menos duermas en otra habitación—me pidió mientras subía mi mirada al techo, tratando de evitar la suya—Solo por hoy, por favor.

Ante esto último me vi obligada a volver a mirarle a los ojos. Lo que me estaba pidiendo no era algo tan extraño, ya que ninguno de los dos sabía como Frey se podía llegar a despertar mañana o si era prudente que me quedase a su lado.

Finalmente, me limité a suspirar y a asentir.

—Está bien—accedí—Esta noche dormiré con Kaia.

Heist suspiró y colocó uno de sus brazos sobre mis hombros, mientras nos comenzábamos a dirigir a su habitación.

—Espero que Leigh antes no se haya asustado mucho, podría ponernos en peligro—comenté preocupada.

Pude notar ligeramente como Heist se tensó, ante la mención de la chica.

—Está todo controlado, no te preocupes—dijo ahora con un tono de voz frío y calculador, el cual hizo que me tuviese que contener a la hora de preguntarle por Leigh.

𝐔𝐧𝐝𝐞𝐫 𝐏𝐨𝐬𝐬𝐞𝐬𝐬𝐢𝐨𝐧│𝐅. 𝐒│Donde viven las historias. Descúbrelo ahora