Deseos Insaciables [+21] |SANGRE, LUJURIA Y TRAICIÓNES.

Capitulo.56

[Advertencia: este capítulo contiene lenguaje +21 y escenas explicitas.]

Mi dolor más profundo.

Mikayla.

Cuando la noche murió y el ápice de luz entro por la ventana ya tenía a un par de ojos viéndome desde la penumbra.

Era imposible dormir con tantos ruidos, tampoco quiero pegar un ojo teniendo a ese sujeto dentro de la habitación o rondando mis alrededores sin saber qué es lo que quiere de mí.

Ayer luego de unas extensas horas Broocks abandonó la casa bajo sus propios medios y tiempo después se me fue colocado un collar y un par de muñequeras oscuras.

No sé para qué se usan pero tienen un punto verde que palpita a cada nada, si me muevo palpita, si respiro palpita..

Es molesto de usar pero Asher, insistió y me vería sospechosa si comienzo a preguntar o tal vez si me niego a llevarlo conmigo diariamente.

Todo en mí dolía y no hablo de solo lo físico, estoy muriéndome por dentro y no controlo lo que pienso o hago.

Me doy asco.

Siento que por dentro llevo ese fuego descomunal que poco a poco me va consumiendo hasta ya luego no quedar nada de mí.

Pienso en Masón como en mamá y en todas las cosas que sucedieron, no tengo cabeza y tampoco ni un momento para llorar.

No puedo llorar por nadie, yo misma me arranque los sentimientos aquella tarde y ahora lo único que genera mí cuerpo es odio.

Tanto odio que me envenenó cada día con mí propia saliva, jamás había estado tan enojada conmigo misma o con el mundo.

He perdido todo, no valgo nada, estoy desecha y el karma se volvió alguien caprichoso conmigo que aún este viéndome en el suelo viene y me da patadas para hacerme más miserable de lo que ya soy.

¿Que es lo que quiere la vida de mí? Ya me quitaron a mí gemelo, la persona que decía amarme me cambio por una copia barata y siento que pronto algo las va a suceder, algo demaciado doloroso.

Se que no estoy sola en este lugar porque siento esos ojos que me siguen en cada movimiento que doy sobre la cama.

Aunque quisiera simular dormir aún seguía estando incómoda, el dolor me retuerce las extremidades y sigo lamentándome por no haber muerto aquella tarde.

Debí pedirles a esos mercenarios que me terminarán de matar.

Luego de que Violet huyera los mercenarios que venían con esa otra mujer la dejaron a su suerte, aún recuerdo sus gritos.

Vociferaba insultos llenos de maldiciones hacia ellos, les juraba matarlos, enviar a personas en busca de todos ellos para luego masacrarlos.

Evocando.