𝗢𝗹𝗶𝘃𝗶𝗮 𝗞𝗲𝗲𝗻𝗲
Llamé al timbre del apartamento donde Miguel residía.
La puerta de este fue abierta por una mujer muy guapa la cual supuse que sería su madre.
-Hola-saludé-. Soy Olivia, ¿está Miguel en casa?
-Hola. Yo soy Carmen, la madre de Miguel-se presentó-. Sí que está, pasa.
Entré al apartamento y pude ver al moreno sentado en el sofá.
-Olivia-dijo al verme-. No te esperaba.
-Quise saber cómo estabas-mencioné sentándome a su lado.
-Me duelen las costillas-habló sujetando una bolsa con hielo.
-Lo siento.
-No fue tu culpa-respondió-. Por cierto, ¿de qué conoces al sensei?
-Él... él es... mi padre-respondí.
Él me miró sorprendido.
》Pero no se lo digas a nadie. No estoy orgullosa de que lo sea.
-¿Tu padre?-cuestionó aún con sorprendido-. Yo pensaba que vivías en Encino.
Solté una pequeña risa, divertida.
-Nada más lejano a eso-dije-. Vivo en North Hills con mi madre.
-¿Por qué? Si no te molesta que pregunte-cuestionó.
-Nunca he tenido buena relación con él-respondí sin querer indagar mucho en el tema.
No me gustaba hablar sobre eso.
-Me esperaba de todo menos eso-mencionó.
Le sonreí, divertida.
-Os he traído zumo-habló Carmen.
-Gracias-le sonreí.
Ella me devolvió el gesto y se sentó a mi lado.
-Migue, ¿por qué no me lo dijiste?-cuestionó-. Llamaré al instituto y te protegerán.
-Aún sería peor, mamá-respondió Miguel.
-¿Peor que esto?-preguntó Carmen, incrédula.
-Sí-respondió Miguel-. Si fuera a más clases podría...
-No-lo interrumpió Carmen.
-El sensei no tuvo la culpa-explicó Miguel-. Es que... no... no estaba preparado.
-No. El kárate se acabó-sentenció su madre.
-Carmen, ¿dónde está el problema?-cuestionó la que supuse que sería su abuela, en español, por lo que no la entendí-. El muchacho ha encontrado algo que le gusta hacer.
-Gracias-dijo Miguel.
-Sí, y mira cómo está-respondió Carmen también en el otro idioma.
-Ya lo veo-contestó la señora-. Lo que le falta es práctica. Arriba las manos, protégete la cabeza.
-Mamá, ese hombre es una mala influencia-dijo Carmen.
-No lo es-respondió Miguel-. Ni siquiera lo conoces.
-Sé que es un perdedor-contestó su madre.
Miguel me miró, avergonzado, antes de mirar de nuevo a su madre.
-No es verdad. No es un perdedor-dijo Miguel-. Si lo conocieras, no lo dirías. Es un gran hombre.
Puse una mueca.
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𝗜 𝗸𝗻𝗼𝘄 𝗜'𝗺 𝗻𝗼𝘁 𝘁𝗵𝗲 𝗼𝗻𝗹𝘆 𝗼𝗻𝗲 || 𝗠𝗶𝗴𝘂𝗲𝗹 𝗗𝗶𝗮𝘇
FanfictionNo todo es tan bueno como parece, los ojos no son capaces de mentir. Olivia es totalmente contraria a él, o al menos eso es lo que parece, pero igualmente consiguen tener algo juntos. Aunque, desgraciadamente, los problemas de confianza de uno y las...