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𝗢𝗹𝗶𝘃𝗶𝗮 𝗞𝗲𝗲𝗻𝗲

Me desperté al escuchar la alarma. Apenas había dormido en toda la noche.

Me levanté para salir de mi habitación encontrándome a Robby.

—Buenos días—me dijo—. ¿Qué tal?

Puse una mueca.

》¿Resaca?

—Eso es lo de menos—respondí—. Tengo que contarte algo, pero ni se te ocurra decírselo a alguien. Ni siquiera a Sam.

—No sé lo contaré a nadie—aseguró—. ¿Qué es lo que pasa?

—Ayer... Miguel y yo... nos besamos—dije.

Él alzó las cejas.

—¿No tenía novia?—cuestionó.

—¡Sí! ¡Ese es el problema!—dije—. Tory me odia, si se entera me matará.

—Pero, ¿os vio alguien?—preguntó

—No lo sé, creo que no—contesté.

—Entonces no te preocupes—dijo—. Ya verás como luego no pasa nada.

Puse una mueca.

Si no hubiese bebido eso no habría pasado.

》Vamos a desayunar, te sentará bien.

Asentí y ambos caminamos hacia la sala donde también estaba la cocina.

—Hola—saludó Robby a mi padre—. Gracias por dejar que nos quedemos aquí.

Ojalá arreglasen las cosas y Robby viniese aquí a vivir.

—No pasa nada—respondió mi padre—. Pero se lo tendré que contar a LaRusso. Es su hija.

—No, por favor—pidió Robby—. Si la ve así, se hundirá. Que me culpe a mí.

》Le diré que me emborraché y le dije a Sam que me trajera aquí.

Él siempre era tan bueno con la gente que quería.

Entonces se escucharon unos golpes en la puerta acompañados del señor LaRusso preguntando por mi padre.

—Ay, no—murmuró Robby.

—Vamos, Johnny. He visto tu coche fuera, sé que estás ahí—se volvió a escuchar la voz de Daniel.

—Id al cuarto, ya me ocupo yo—dijo papá.

Yo asentí y fui a la habitación junto a Robby.

Se escuchó al señor LaRusso llamando a su hija y algunos golpes más.

Robby cerró la puerta del todo.

—¿Qué hacen?—le pregunté a mi hermano.

—Creo que se van a pelear—respondió.

Lo miré preocupada y aún más cuando se escuchó el sonido de algo rompiéndose.

—Hay que intervenir—le dije.

Robby puso una mueca antes de salir de la habitación a la vez que Sam lo hacía del otro cuarto.

Los seguí.

—¡Papá, basta!—exclamó a la vez que Robby agarraba papá separandolos de la pelea.

—Sam, ¿qué ha pasado? ¿Estás bien?—preguntó Daniel hacia si hija.

—Sí, claro que...—respondió pero fue interrumpida.

—¿Por qué no nos has llamado?—le preguntó su padre.

𝗜 𝗸𝗻𝗼𝘄 𝗜'𝗺 𝗻𝗼𝘁 𝘁𝗵𝗲 𝗼𝗻𝗹𝘆 𝗼𝗻𝗲 || 𝗠𝗶𝗴𝘂𝗲𝗹 𝗗𝗶𝗮𝘇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora