𝗜 𝗸𝗻𝗼𝘄 𝗜'𝗺 𝗻𝗼𝘁 𝘁𝗵𝗲 𝗼𝗻𝗹𝘆 𝗼𝗻𝗲 || 𝗠𝗶𝗴𝘂𝗲𝗹 𝗗𝗶𝗮𝘇

•53•

𝗢𝗹𝗶𝘃𝗶𝗮 𝗞𝗲𝗲𝗻𝗲

Peleé contra un chico de Cobra Kai. Terminé haciéndole una llave para tirarlo al suelo.

Vi como Tory hablaba con Devon así que me acerqué.

-... Confía en mí-decía Tory.

-¿Cómo tú en mí?-cuestionó ella.

-Devon, hazle caso-dije-. Ella tiene razón.

-Me ha estado mintiendo todo este tiempo-echó en cara.

-Lo sé. Lo siento. Traté de decírtelo...-habló Tory.

Un chico vino hacia nosotras así que lo pateé alejándolo.

Al alzar mi mirada, pude ver cómo Kenny golpeaba el pecho de Robby al igual que había hecho con el de Eli unos días atrás.

Mi hermano puso una mano en su pecho mientras trataba de tomar aire.

—¡Robby!—exclamé mientras corría hacia él—. Ey, ¿estás bien?

—Sí... solo no... no puedo respirar—respondió entrecortadamente.

Cayó al suelo quedando se rodillas. Sujeté su brazo.

—Respira conmigo—le dije.

Kenny y otros chicos volvieron a acercarse pero, estaba tan centrada en el bienestar de mi hermano, que no me di cuenta por lo que lograron golpearme.

Me giré para enfrentar al chico lanzándole un puño también.

—¡Olivia, cuidado!—escuché la voz de Miguel.

Me giré y vi a un chico viniendo hacia a mí con intención de golpearme, pero Miguel lo hizo primero, apartándolo.

Lo miré.

—Gracias—le dije.

—¿Estáis bien?—cuestionó.

Asentí mientras miraba a mi hermano que se había logrado levantar.

—Sígamos—dije.

Íbamos a continuar pero la voz de Eli nos detuvo.

—¡Miguel lo tenemos!—exclamó Eli.

Él iba a avanzar pero Kyler lo golpeó por detrás causando que él, al igual que la tablet, cayera.
La tablet acabó finalmente a los pies de Anthony quien la cogió.

—¡A por él!—ordenó Kenny.

—¡Proteged el huevo!—exclamé.

Gran parte de los del dojo nos pusimos alrededor de Anthony, protegiéndolo.

Varios Cobras nos atacaban mientras que nosotros tratábamos de defender.

Empezó a haber demasiados Cobras y nosotros cada vez estábamos más cansados.

-¡90%!-informó Anthony.

-No aguantaremos mucho más-dijo Robby.

-¡Son demasiados!-continuó Miguel.

-¡95%!

Continuamos golpeando a los Cobras que se ponían en nuestro camino. Pero cada vez era más complicado.

-¡Están rodeados! ¡Qué no escapen!-ordenó Kenny.

Mierda, sí que eran muchos.

Empezaron a golpearnos y a forcejearnos de una manera en la que era difícil defenderse.

-¿Tiene un momento?-se escuchó la voz de Tory en la televisión.

-Nichols, ¿qué pasa?-cuestionaba Silver-. ¿Con ganas de seguir progresando?