•28•

455 38 2
                                    

𝗢𝗹𝗶𝘃𝗶𝗮 𝗞𝗲𝗲𝗻𝗲

-No puedo creerme que tú hayas sido capaz de hacer que Miguel caminase de nuevo-mencioné hacia mi padre.

Me miró mal.

-¿Qué os parece "Johnny Lawrence Kárate"?-cuestionó Miguel quien trataba de encontrar un nombre para el nuevo dojo-. ¿O "Kárate Impacto"?

Pero no hubo respuesta ya que mi padre estaba centrado en el ordenador.

-¿Qué haces, papá?-le pregunté.

-¿Cuánto tarda Facebook en enviar los mensajes?-cuestionó papá-. Ali vive en Colorado. Tardará un poco, ¿no?

-Es instantáneo-mencionó Miguel.

Papá suspiró y cerró el portátil, bruscamente.

-¿Y "Kárate lo mejor de América"?-continuó el moreno.

-No me convence-respondió mi padre-. Tiene que tener algo para que la gente vea que es el dojo más alucinante del Valle.

-Ya. "Cobra Kai" es muy alucinante-dijo Miguel.

-¿Y si lo mantenemos... pero escribimos "cobra" con 'k'?-propuso papá-. Seríamos la triple K.

-¿Cómo el Ku Klux Klan?-cuestioné.

-Ya. Es mala idea-respondió mi padre-. Ya se nos ocurrirá algo. Primero, los alumnos.

-Hoy vuelvo al instituto-mencionó Miguel-. Entre los dos, podemos captar a gente.

Papá asintió.

-¿Y dónde entrenamos?-pregunté.

-De eso ya me ocupo yo-habló papá.

[...]

Estaba en la cafetería sentada junto a Moon y Yasmine. Sam no había ido al instituto y Demetri aún no había llegado.

Vi al pelinegro cogiendo su comida.

-Iré a ver si Demetri necesita ayuda-mencioné mientras me levantaba.

Pero me quedé a medio camino al oír la voz del asiático:

-¡Eh, tíos! ¡Fijaos, tiene una polla en la mano!-exclamó causando la risa de toda la cafetería.

Demetri se zafó de su agarre para salir de la cafetería avergonzado.
Miré con una mueca por donde se iba.

-Hey-escuché la voz de Miguel a mi lado-. ¿Has acabado de comer?

-Sí, ¿y tú?-cuestioné.

-No tengo hambre-respondió-. ¿Me acompañas a la taquilla?

Asentí.

Comenzamos a caminar fuera de la cafetería.

-¿Has convencido a alguien?-cuestioné.

-Qué va-contestó-. Es imposible, están cegados con Cobra Kai.

-La verdad es que ellos eran mis últimas esperanzas así que no me sorprende-mencioné.

Él apretó los labios mientras abría su taquilla a la vez que el timbre sonaba.

Se escuchó un golpecito en la puerta de la taquilla del moreno.

-¿Sensei?-habló Miguel al ver a mi padre ahí.

𝗜 𝗸𝗻𝗼𝘄 𝗜'𝗺 𝗻𝗼𝘁 𝘁𝗵𝗲 𝗼𝗻𝗹𝘆 𝗼𝗻𝗲 || 𝗠𝗶𝗴𝘂𝗲𝗹 𝗗𝗶𝗮𝘇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora