𝗜 𝗸𝗻𝗼𝘄 𝗜'𝗺 𝗻𝗼𝘁 𝘁𝗵𝗲 𝗼𝗻𝗹𝘆 𝗼𝗻𝗲 || 𝗠𝗶𝗴𝘂𝗲𝗹 𝗗𝗶𝗮𝘇

•19•

𝗢𝗹𝗶𝘃𝗶𝗮 𝗞𝗲𝗲𝗻𝗲

Robby me había llamado para que fuera a casa de los LaRusso, mi madre estaba allí.

Ella tomó unos pañuelos de una cajita de la mesa mientras lloraba.

—Lo siento—dijo—. De verdad, lo siento. Lo del cabo fue un error.

—Te lo dije—reprochó mi hermano.

—Ya lo sé... ya lo sé—respondió mamá—. Sé que no he estado cuidando de vosotros y... es que lo he pasado fatal.

—¿Y nosotros no?—cuestioné.

—Quiero arreglar las cosas—mencionó—. Pero... tengo que irme.

Solté una risa sarcástica.

—Cómo no—habló mi hermano—. ¿Adónde esta vez? ¿Baja, Las Vegas?

—Rehabilitación—respondió.

Mi expresión se suavizó.

》Necesito ayuda. Y sé que he 1.
tardado mucho en darme cuenta. Pero es que... la bebida, las pastillas... Tengo que cambiar. Quiero hacerlo por vosotros.

—Es... estupendo, mamá—dijo Robby.

Yo asentí.

—Am... los LaRusso han dicho que puedes quedarte con ellos. Hasta que acabe el tratamiento, claro—le dijo mamá a Robby para luego mirarme—. Y tú con tu padre. Robby, tú también puedes ir.

—No—dijo mi hermano negando con la cabeza.

—Oye... sé que no os lleváis especialmente bien, pero en parte es por mi culpa—le dijo mamá a mi hermano—. No quiero que mis problemas con él afecten a vuestra relación.

》Se preocupa por ti. Y quiere que estés en su vida. Como Olivia.

Robby se quedó en silencio.

—Debo ir a hablar con los LaRusso—mencionó mamá—. Luego volveré un rato más.

Asentí para luego apoyar mi cabeza en el hombro de Robby.

—Te echo de menos—le dije.

—Y yo a ti—pasó su brazo por mi espalda, medio abrazándome.

—¿Alguna novedad sobre algo?—me preguntó.

—He empezado a salir con Sam—dijo.

Sonreí.

—Lo sabía—dije—. He ganado la apuesta.

—No apostamos nada—recordó—. ¿Y tú qué? ¿Alguna novedad?

—Miguel ha empezado a salir con Tory—le dije.

—Lo sé, los vi en la pista de patinaje—mencionó.

Suspiré.

》¿Y tú estás bien con eso?

—Al principio me molestó mucho—respondí—. Sigue molestándome, pero la vida sigue.

—Bueno, puedes hablar conmigo cuando lo necesites, ¿vale?—dijo—. Yo siempre estaré para escucharte.

Le sonreí antes de abrazarlo.

Él era mi persona favorita, sin duda.

[...]

Estaba en la casa de Moon quien daba una fiesta.

—Estás guapísima—me dijo Aisha—. Me encanta tu falda.

—Gracias—le sonreí—. Tú estás aún más guapa.