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Dormir en su nido era una sensación espectacular, la calidez que le brindaba era una de esas cosas que agradecía, los omegas hacían sus nidos, solo los omegas tenían esa cualidad de crear un refugio cálido y familiar, por eso cada vez que Jimin se sumergía en la suavidad de las mantas que lo rodeaban de aquel nido agradecía ser un Omega, por una vez en su vida.

Sin embargo aquella sensación de calidez que sentía ahora era diferente, porque no se sentía rodeado de mantas, al contrario el ambiente  ya era cálido, y con el fuerte olor de chocolate mentolado que lo mantenía embelesado debatiéndose entre el sueño.

Chocolate mentolado...

El castaño se levantó de golpe mirando a su alrededor, obviamente conocía aquel olor, y obviamente no podía despertar rodeado de aquel olor porque su nido solo olía a el combinado con el olor de su cachorrito, además de que ese olor le pertenecía a Jungkook.

Al divisar la habitación color crema con detalles minimalista pero mucho más sofisticado de lo que alguna vez miro en su vida, el Omega supo que no estaba en su espacio ni mucho menos en su nido.

No recordaba absolutamente nada y odiaba no hacerlo, lo último que recordaba eran aquellas fotos de decoraciones opcionales que le habían enviado con el fin de ser llegadas a su jefe, y luego... Se quedó dormido...

Se quedó dormido...

Frotó su cara con cansancio, seguramente Jungkook lo había encontrado dormido en su escritorio y lo había traído a su casa

Claro...

Siempre tan torpe e incompetente

Pensó

El olor a tocino y mermelada llegó a sus fosas nasales, solo ahí escuchó su estómago rugir con fuerza

— Lo lamento cariño, que mal papa soy.- Murmuró a su vientre acariciándolo

Parecía algo increíble como este se había elevado tanto los últimos días, no era grande, ni siquiera tan notorio, pero ahí estaba una onda redondeada, una que había crecido de la noche a la mañana,desde que había empezado a comer adecuadamente junto a su jefe.

Quizás su cachorrito ahora sí estaba desarrollándose adecuadamente, aún que le preocupaba el proceso del embarazo sin el lazo de su padre alfa.

Eso era tan importante en embarazos de Omegas, que el hecho de que un cachorro naciera sin el lazo de su padre alfa podría ser un caos, en su caso Jimin había establecido un lazo con su padre al ser un cachorro, pero cuando se presentó como Omega este corto todo lazo y se negó rotundamente a establecer alguno nuevamente.

Al Omega ni siquiera le importaba la revelación del lobito de su cachorro, sea alfa, Omega o beta el lo amaría, sin ataduras, sin límites, sin alfa...

El olor a vainilla empezó a relucir en el ambiente y solo ahí el castaño se dió cuenta que ya habían pasado más de veinticuatro horas y el efecto del supresor ya debía estar pasando.

A este paso el olor de su cachorro saldría a la luz y el no quería decirle a Jungkook que estaba en cinta.

Aún necesitaba su trabajo y el dinero que ganaría, no podía quedarse sin empleo.

Por eso se levantó rápidamente poniendo sus zapatos, ya que el alfa seguramente se los había quitado, acomodo su suéter de lana y su pantalón para salir de la habitación, ni siquiera tenía alguna pertenencia suya encima.

Necesitaba salir lo más rápido posible de ahí...

Salió de la habitación lentamente sin querer llamar la atención, el lugar era increíblemente lujoso y espacioso, olía al alfa pero también a su perfume varonil, sin contar con el fuerte olor a comida, todo mezclándose, haciendo que el Omega se sintiera levemente embelesado por tantas sensaciones juntas.

Los omegas de Jeon [KM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora