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El concepto de una pequeña casa de playa común y corriente es algo simple para lo que realmente era la casa alquilada por el alfa.

Su estructura de madera no quitaba la elegancia y modernidad de la misma, aún que era un poco rural tenía absolutamente todo para pasar una luna de miel perfecta con vista al mar.

El Omega miraba todo a su alrededor con los ojos abiertos de sorpresa.

— ¿Te gusta?.- Murmuró el alfa abrazándolo por la espalda.- Hmm hueles delicioso.

— No...¿No es demasiado? Digo, ¿Por cuánto tiempo estaremos? ¿Una noche? Es algo... Wow...

— Un fin de semana y...¿Que querías una cueva?.- El castaño rodó los ojos, a veces olvidaba la personalidad de su ahora esposo.

— Lo siento señor, yo si pienso en el dinero.

— Hmm ¿Entonces estoy mal por pensar en ti antes que el dinero? Me vale una jodida mierda cuánto gastaré en esto siempre y cuando tú estés feliz con el lugar, incluso si me la pidieras la compraría para ti.

Los ojos del Omega se abrieron y rápidamente se volteo para quedar frente al alfa.

— No digas esas cosas...

— No estoy mintiendo.

¿Así se sentía ser querido por alguien? Era una mezcla de intensidad con emociones que alteraban tus sentidos y revoloteaban en tu estómago.

Era tan genuino y perfecto que Jimin olvidaba esa sensación, pues desde hace mucho no se sentía de esa manera.

— Gracias por traerme aquí, de verdad me gusta mucho.- Finalmente el peli negro sonrió y se acercó dejando un casto beso en los labios de su Omega para luego soltarlo y empezar a llevar el equipaje a la única habitación.

Después de tanto tiempo sentir que tú corazón palpitaba con fuerza por alguien quien seguramente se sentía de la misma manera por ti, era lo mejor que le había pasado después de la noticia de sus bebés.

Se sentía feliz y completo, como nunca antes lo fue.

Mirando todo a su alrededor fue a la parte trasera, dónde atraves de unas puertas corredizas de cristal y un pequeño espacio con sillas acolchadadas se podía ver a plenitud el mar azulado, era una preciosura.

¿Hace cuánto no iba al mar?

— Mira a tu alrededor.- La voz del alfa  resonó detrás de el, con sus manos sujetas al barandal de madera echó un vistazo al rededor de la casa sin entender exactamente porque la petición del alfa.- No hay casas cerca ¿Lo ves?

— No lo entiendo...- Murmuró mirando las casas a varios metros de distancia.

— Es porque eres un Omega gritón y todos iban a oir tu "si alfa anudame" cuando entierre mis colmillos ahí.

Las mejillas del Omega se encendieron por la vergüenza que le daba oir aquello y rápidamente se volteo fulminando con la mirada al contrario.

— ¿Tenías todo planeado no?

— Obviamente.

— Eres un...- El dedo del alfa se fue  a sus pomposos labios prohibiendo que dijera palabra alguna.

— No podemos pelear, los bebés te escuchan y además no tenemos ni siquiera una semana de casados por amor a la madre luna.

Jimin rodó los ojos y quitó el dedo del alfa de su labio, ignorando las ocurrencias de su esposo volvió a voltearse para mirar el mar.

Sentía que estaba viviendo una realidad absorta a la suya, que todo lo malo que había vivido en su vida era un simple chiste porque ahora parecía que esos momentos nunca existieron y que siempre estuvo ahí, bajo los brazos de su alfa siendo completamente feliz.

Aún que en el fondo sabe que ese es su Omega sanando su corazón y reemplazando todo lo malo por las lindas sensaciones que Jungkook le hacía sentir.

Las manos del alfa se fueron al abultadito vientre de su Omega presionandolo un poco haciendo gemir de satisfacción al castaño.

— ¿Cuando apretó te hace sentir mejor?

— Me gusta como se siente.

La risa ronca del alfa resonó en la hundidura de su cuello.

— Cachorros traviesos hacen sentir mal a papá.

¿Desde cuándo se dirigía a los cachorros? Si bien antes decía que aún que se casarán no los consideraría más que los hijos de su esposo, sin importar nada.

No es que estuviera mal su pensamiento después de todo el orgullo de un alfa lo era todo, Pero esos cachorritos necesitarían una figura alfa paterna para su desarrollo completo o su casta jamás podría presentarse.

— Serán omegas.- Dijo dejando un beso en el cuello del castaño.

— No puedes saber eso, ni siquiera yo que los llevo en el vientre lo sé.

— ¿Dudas de mi criterio?

— ¿En qué se basa tu criterio?

— Mi alfa lo sabe, me dijo que serían omegas.

— ¿Por casualidad no te dijo el número de la lotería?

El alfa gruño haciendo que el Omega se tensara por completo.

— No te burles de el Jimin.

— No lo hago, es absurdo, no es como si el fuera...

Jungkook se sintió levemente enojado alejándose del cuerpo de su Omega, como si una oleada de celos incontrolables hubieran arrasado con fuerza su cuerpo.

— Dilo.

Su voz sonaba más grave de lo común y sus ojos empezaban a tornarse un poco violetas.

— ¿Que te pasa?

— Dilo Jimin vamos.

— Olvídalo.

Decir que Jimin no estaba sintiendo miedo era definitivamente mentir, porque odiaba ver la furia en los ojos de un alfa, siempre le hacían recordar aquella noche y las golpizas de su padre.

— Si crees que dejaré que el se acerque a los cachorros estás equivocado.- Los ojos del Omega se abrieron con fuerza porque aquel era un tema que jamás habían abordado.- Ni siquiera merece que tengan su apellido, dime Jimin ¿Le concederas la partenidad aún después de todo lo que a hecho?

— No hablaré contigo de esto mientras tú lobo se esté apoderando de ti.

El Omega quiso caminar hacia el interior de la casa pero Jungkook tomo su brazo y se acercó a su oreja.

— Cachorros míos.

En el fondo Jimin lo sabía, sabía que el lobo de Jungkook había establecido un lazo con sus cachorros por eso el embarazo iba tan bien al igual que su lobo, porque la verdad era que de no haber sido así la tristeza de su lobo ya le hubiera ocasionado un aborto, sin embargo estaba feliz y radiante.

— Si lobito, tranquilo nadie te quitará tu lugar.

El alfa respiro con tranquilidad y soltó el brazo de su Omega para caminar hacia la baranda y quedarse ahí, mirando hacia el mar.

Por un momento Jimin se sintió bastante mal por lo que estaba a punto de decir, entendía que Jungkook estaba teniendo una guerra con su lobo por lo que ambos querían.

Pero sus cachorros no podían quedar en medio de aquello. Sería demasiado egoísta de su parte permitirle al lobo de Jungkook criar a sus hijos y que cuando Jungkook volviera a su razonamiento humano no los quisiera .

Así que independientemente de lo que sintiera Jungkook debia tomar una decisión, porque quiera o no los cachorros necesitaban a un padre alfa para su desarrollo.

Ni siquiera sabía que haría si Jungkook decidía no ser parte de aquello era demasiado confictivo para sus hijos pero... Solo quedaría su verdadero padre...









Los omegas de Jeon [KM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora