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La calidez del Penthouse del alfa no se comparaba a Absolutamente nada, el lugar era como un gran nido calentito y lleno del olor del alfa, era lo más gratificante que Jimin había sentido después de su nidito.

— Toma.- El alfa le extendió una taza con te.

Realmente el Omega no estaba seguro de si podía beber aquellas cosas por lo que sin dudar se negó a tomar gota alguna de aquello.

— Es manzanilla.

— Estoy bien, por favor hablemos necesito volver a casa antes de que se haga demasiado tarde y el frío aumente aún más.

— ¿Volver? - El alfa dejó la taza en la mesa de centro que había en aquella lujosa y moderna sala - ¿Siquiera tienes calefacción en ese lugar?

— Tengo mi nido.

— ¡Joder! No hagas eso, no seas conformista buscando lados buenos de la miseria ¡Por qué no los hay!

— ¡¿Y que debo hacer?! No nací rico como usted ¡No tengo nada más que esa miseria!- Aquello hizo callar al alfa - Lo siento.

— ¿Que te dijo mi abuelo?.

El Omega suspiro cerrando sus ojos, necesitaba guardar el olor del alfa lo más profundo que pudiera porque estaba seguro que después de esa noche lo único que quedaría de el serían los recuerdos.

— Me ofreció dinero a cambio de me alejara de usted.- El corazón del alfa empezó a latir con rapidez, sus dientes  jugaban con el frío metal que adornaba su labio en un piercing pequeño y su pierna de movía con insistencia en clara señal de la ansiedad que estaba sintiendo en ese momento.- Obviamente le dije que no y...- El Omega trago grueso antes de decír lo próximo, sabiendo que podía ser un detonante para el alfa

— ¿Y?

— Me insinuó que si me acostaba con el obtendría su aceptación para ser su Omega.

Fue aquello lo que hizo la ira del alfa explotar como un detonante en su interior, el fuerte rugido del alfa se escuchó en cada rincón del lugar, las garras de su lobo picaban por salir, y sus colmillos empezaban a hacer aparición, si tuviera al maldito alfa frente a el lo destrozaría sin piedad.

¿Quien mierda se creía?

— J-Jung...kook- La voz del Omega lo hizo voltear hacia el, encontrandolo hecho una bolita temblorosa con grandes ojos llorosos.

Tenía miedo.

Sobre todo porque la ira de Jungkook parecía ser la peor que había visto en su vida, sus ojos no eran rojos, estos estaban tornados de un color violeta, haciendo un contraste realmente hermoso pero al mismo tiempo intimidante.

Jimin jamás había visto algo así.

Entonces el alfa calmo a su lobo, obligándolo a seguir en su interior para poder calmar su razonamiento humano.

— ¿Que le dijiste?- Preguntó tratando de retener su ira.

— Obviamente me negué, jamás lo traicionaria de esa manera.

El alfa asintió respirando con calma, como si todo el enojo que sentía se hubiera calmado con aquellas palabras.

— Resolveré ese asunto cuánto antes. Ahora Park ¿Que haces viviendo en ese... Ese lugar?

Mostrar su vulnerabilidad no era sencillo, contar su historia y el como había huido del padre de su cachorro era algo vergonzoso pero al mismo tiempo tan lamentable que lo hacía sentir bastante triste.

Sin embargo Jungkook se había comportado como nadie nunca lo había hecho con el, el alfa merecía saber la verdad, aún que eso marcara la línea final.

— Huí del departamento de mi ex.- Aquello llamó la atención del alfa, este abrió sus ojos y sintió como todo se detenía a su alrededor.

El olor a vainilla empezaba a ser notorio al igual que aquellos destellos citricos que tanto le gustaban.

El Omega al ver el silencio del alfa y como sus fosas nasales se movían, decidió relajarse y dejar salir todo su olor, ya no había marcha atrás.

— El me golpeó y me dejó insconciente por eso huí.

Jungkook escuchaba cada palabra pronunciada por el Omega, mientras se dejaba llevar por las sensaciones que aquel olor dulce y al mismo tiempo cítrico causaba en el.

— Creí que me quería pero cuando ví sus ojos rojos yo... Supe que debía huir de ese lugar.

El peli negro volteó su rostro hacia el Omega, con sus ojos cerrados y siendo guiado por aquel olor empezó a acercarse de manera atontada como su un hechizo lo hiciera actuar por si solo.

— Así que encontré ese lugar porque no tenía dinero y no quería pasar la noche en la calle.

Cachorros.

Al día siguiente busque empleo y fue cuando ví el aviso de asistente para usted y paso toda esa confusión y...

La nariz del alfa se detuvo a escasos centímetros de aquel lugar, sus ojos se abrieron mirando que estaba frente al abdomen del Omega.

— ¿Estás en cinta Jimin?.

La mirada del alfa subió desde su abdomen hasta los grandes ojos del Omega, estaban llorosos y brillosos.

Jimin tenía miedo, tenía tanto miedo de que lo fuera a suceder de ahora en adelante.

Miedo de quedar sin empleo, en la calle y solo.

¿Que le daría a su cachorro? ¿Cómo podría tenerlo en esas condiciones?

— Responde.

— S-si... Yo... Estoy en cinta señor.

En el fondo Jungkook había tenido una leve sospecha, desde que detecto el olor por primera vez y con el pasar del tiempo noto que Jimin tocaba su vientre con frecuencia, pensó que era una manía pero aquello no era más que su instinto protector hacia el pequeño en su vientre.

El alfa se alejó sentandose en el sofá.

¿Por qué no se sentía enojado, ni frustrado? Es como si aquello no le afectara.

Joder su Omega destinado estaba embarazado de un alfa mediocre.

— Yo... Presentaré la carta de renuncia mañana...- El Omega bajó su mirada con vergüenza ante el silencio y la mirada del alfa

Pero para su sorpresa este rio con ironía

— Si crees que te dejare ir por esto estás mal Park.- Aquello llamó la atención del Omega haciendo que levantará su mirada para observar las facciones del alfa. - Tu eres la mejor manera que tengo para demostrarle a mi familia que no tienen más el control de mi vida...

— Que...

— Hagamos un trato Park.




Los omegas de Jeon [KM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora