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El desesperó se apoderaba del Omega, quien buscaba dicho documento como loco entre sus cosas.

Pues el día anterior Namjoon se lo había dado para que fuera entregado a su jefe, pero tal parecía que no estaba por ningún lado.

Se sentía ansioso, nervioso y asustado, si lo despedían de ese empleo estaba seguro que nunca conseguiría uno mejor o con la misma paga, estaba perdido.

Sus manos temblaban y el revoltijo en su estómago era cada vez peor, quería vomitar, quería llorar, porque a veces era demasiado torpe y olvidadizo.

"¡¿Por qué siempre eres tan torpe?! Que molesto".

Las palabras de Yoongi venían a su mente y se sentía aún peor, cada que olvidaba o hacía algo mal, el alfa solía gritarlo y reprenderlo sin importar sus lágrimas o lo mucho que sus palabras podían doler.

Ahora el saber cómo reaccionara Jungkook lo tenía hecho un manojo de nervios.

El teléfono en su escritorio empezó a sonar, sabía claramente que era Jungkook, ya tenía varios minutos buscando dicho documento.

Por primera vez en su vida, Jimin decidió no tener miedo y enfrentar la situación, por eso acomodo su ropa nueva y entró a la oficina del alfa, el mismo que al verlo colgó el teléfono acomodando sus gafas.

— ¿Y bien?

— Lo perdí.

Jungkook frunció el ceño parando toda acción para mirar fijamente al omega.

— ¿Que perdiste?

— El reporte de ventas.

El Omega sentía un nudo en su garganta, no llevaba ni una semana trabajando y ya había metido la pata.

El alfa suspiro y quitó las gafas de sus ojos para frotar su cara con desesperación.

Jungkook odiaba la incompetencia.

Había pasado tantos años de su vida preparándose para ser quien era ahora, que no se sentía con el tiempo necesario de lidiar con cosas como esas.

— Señor lo siento mucho...yo...no se qué pasó, tenia el documento en mis manos y... Por favor no se enoje conmigo, soy un torpe y molesto yo...- El sollozo del Omega hizo a Jungkook estremecer.

Su lobo reaccionó ante aquel sonido en alerta y sus sentidos humanos rápidamente lo hicieron actuar por impulso.

Por lo que había abandonado su posición para acercarse y abrazar al Omega contra su pecho, acariciando su nuca mientras los hipidos del contrario se escuchaban.

En ese momento Jungkook supo que odiaba profundamente escuchar a Jimin llorar.

Soltó sus feromonas para tranquilizar al Omega y supo que habían funcionado cuando el cuerpo más pequeño se relajó en sus brazos, quedando solo las respiraciones de ambos.

— Le pediré a Nam que me haga un reporte nuevo, seguramente lo guardo en su ordenador - Tomó la cara de Jimin sacándolo de su pecho para limpiar el reguero de lágrimas esparcidas en sus mejillas levemente sonrojadas - Tu deja de llorar, no dije que fueras molesto o torpe no pongas palabras en mi que nunca diría ¿Por quién me tomas eh? No soy una bestia...

Tan cálido, tan diferente, tan familiar y agradable, así se sentía Jungkook en ese momento para el Omega, como un pequeño refugio donde podía envolverse y cuidar de su pobre corazón, aún que sabía que aquellas emociones eran provocadas por el olor del alfa.

Su lobo estaba emocionado y embelesado por ese olor, saltando y rasgando en su interior por salir a tomar el control de su situación.

Aún que estar en forma lobuna mientras estuviera en cinta no era lo más adecuado.

Los omegas de Jeon [KM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora