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Decir que estar frente a aquel gran edificio no atemorizaba al Omega sería mentir.

De pronto el castaño sintió que estaba en el lugar equivocado, su vestimenta no era la adecuada, ni siquiera encajaba en un lugar como ése ¿Cómo creyó que aquello sería una buena idea? .

Aún así quería creer que podía hacerlo, necesitaba intentarlo, estaba seguro de que el pago en ese lugar era mejor que cualquier empleó que pudiera conseguir.

— ¡Vamos Jimin! Por primera vez se valiente, por primera vez haz las cosas bien - Se susurro a si mismo en un intento de darse ánimos, aun que si cualquier persona lo viera en ese plan pensaría que estaba loco.

Decidido a intentarlo entró al edificio con los nervios a mil, agradecía haberse puesto su supresor de olor o el olor que el emanaba estaría tan intenso en el ambiente que podría llegar a ser demasiado empalagoso.

— Buenos días y bienvenido a Compañía Jeon. ¿En qué puedo ayudarle?- La mujer frente a el hablaba casi roboticamente como si estuviera demasiado acostumbrada a decir el saludo que acababa de darle.

— Ehm...eh Buenos días yo...- La mujer despegó su vista del ordenador dándole una rápida ojeada al castaño que estaba notablemente nervioso - Vengo por el puesto de asistente...

— ¡Alía por amor a la madre luna dime que el asistente del señor Jeon ya llegó!. - Un pelinegro se acercaba al mostrador con desespero.

La mujer señaló con la mirada al castaño dando a entender que la persona que buscaban era el.

— Tu jovencito, llegas cinco minutos tarde ¿Acaso no sabes para quien trabajarás?- El Omega miró con sorpresa al pelinegro un poco más alto que el, tomar su muñeca y arrastrarlo hasta el ascensor - Necesitas ser más responsable de ahora en adelante, el señor Jeon odia la incompetencia.

Jimin se sentía confundido, nisiquiera había sido entrevistado y aquel Omega de olor a lavanda no dejaba de hablar.

— Además tienes demasiado trabajo por hacer, una pila de documentos que organizar por fechas, agendar citas y organizar reuniones, no puedes perder tiempo...

El Omega apenas podía digerir toda esa información, cuando las puertas del ascensor se abrieron dejando ver un pasillo largo y muy bien decorado con una recepcionista cerca del ascensor.

— Bueno antes de entrar me presento, soy Seokjin prometido y asistente del vicepresidente, y tú trabajarás directamente para el presidente así que espero que tengas mucha experiencia y paciencia porque Jeon es... Un poco complicado...- El Omega abrió las puertas de cristal de la única oficina en aquel pasillo.

El fuerte olor de chocolate con destellos mentolados azotaron al Omega castaño haciendolo salir de órbita por unos segundos, como si ya hubiera olido ese característico y delicioso olor antes...

Un hombre alto aparentemente fuerte y con un semblante sombrío y misterioso poso sus oscuros ojos cubiertos por los largos mechones que caían en ondas por su cara.

— Buenos días Jeon, tu asistente llegó.

El hombre miró su reloj dorado en su muñeca y luego posó su vista en el Omega y Jimin pudo jurar ver un pequeño eje de desconcierto en su mirada al ver la vestimenta que tenía.

Y es que no era para menos, Jimin tenía unos simples Jeans, un suéter de lana no tan grueso y unas converse que para su fortuna seguían siendo blancas en vez de amarillentas por el tiempo que tenían guardadas.

— Llegas tarde.- La voz de aquel alfa era imponente y bastante gruesa , como si estuviera enojado aún que su rostro no demostrará lo mismo.

— Y-yo... Eh...

—  Bueno, ¡Que tenga suerte Lee!- Exclamó Seokjin con felicidad para salir de la oficina dejando a Jimin completamente solo con aquel alfa

¿En qué se había metido?

— Toma asiento, no tengo todo el día, además tienes demasiado trabajo que hacer como para que pierdas el tiempo ahí parado - El Omega pensó en aclarar su situación, estaba confundido y todos parecían confundirlo con alguien más, pero esa no dejaba de ser una gran oportunidad para el

Así que con nervios tomó asiento frente aquel escritorio bajo la atenta mirada del alfa.

— Toma. - Extendió una tablet al Omega - Organizaras las solicitudes de  los comerciantes por fecha, desde la más antigua hasta las más reciente, responderas su solicitud por correo electrónico y ve escribiendo los lotes que debemos preparar para ser enviados a los distintos súper mercados.

Los ojos del Omega se abrieron al ver el gran trabajo que tenía que hacer.

— No abras los ojos así, te eh facilitado más de la mitad de tu trabajo, solo haz eso no es tan difícil.

— Si... Señor...- El Omega asintió tragando grueso para abrir el correo electrónico en aquel aparato que ya nisiquiera recordaba como usar, su sorpresa fue demasiada cuando vio la cantidad de correos electrónicos sin responder en la bandeja de entrada

Y el no era experto en el área.

— ¿Por qué ocultas tu olor?- La pregunta del alfa lo tomó por sorpresa, los supresores que usaba eran lo suficientemente fuertes como para no dejar ni el mínimo rastro de su olor en el aire - Puedo oler un pequeño hilo de olor a vainilla¿Por qué lo ocultas?

Pero el alfa nisiquiera lo miraba porque estaba demasiado concentrado leyendo un papel en su escritorio

— Bueno yo...- Las palabras del Omega quedaron en el aire cuando las puertas de la oficina fueron abiertas nuevamente por aquel Omega pelinegro

Está vez tenía una expresión sorprendida y avergonzada, mientras detrás de el venía un jovencito de cabello rubio con su rostro sonrojado, casi oculto detrás del cuerpo del Omega.

— Jeon... Este es el Omega Lee Kyung... Tú... Verdadero asistente...

El alfa miró al Omega rubio y luego en automático dirigió su mirada al Omega detrás de su escritorio, estaba igual o incluso más sorprendido que que el.

Aún que Jeon ya sabía que decisión tomaría, pues la erección que tenía en sus pantalones que apareció cuando las puertas de su oficina fueron abiertas y el casi inexistente olor a vainilla se colo por sus fosas nasales, volviendo loco a su lobo y alterando un poco sus sentidos, se lo decía a gritos.

Sabía que no dejaría ir al Omega sin antes saber porque su olor estaba afectandole tanto.

Los omegas de Jeon [KM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora