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Los nervios del Omega lo hacían caminar de un lado a otro.

¿Que se supone que diga? Si ni siquiera sabía la situación del alfa con su familia, podía empeorar todo si le decia las palabras del alfa mayor hacía el.

Por otro lado también estaba su dignidad que le exigía serle sincero alfa.

Odio con mi alma las mentiras y las traiciones.

Si le ocultaba aquello ¿Cómo quedaría? ¿Como un mentiroso o como un traidor? Porque sea lo quesa igual haría que se ganara el odio del alfa, incluso si le decía lo del cachorro.

Jimin se sentía en una cuerda floja, en un laberinto sin salida que se repetía una y otra y otra vez...

¿En qué se había metido está vez?

Y como si fuera poco, una sensación empezó a invadirlo.

Su lobo parecía desesperado y movía su cola con felicidad anticipando el momento en el que alfa llegaba al horrendo y deteriorado edificio.

Entonces cuando sus fosas nasales olieron el pequeño hilo del chocolate mentolado, el Omega supo, que el alfa estaba cerca y que lo que tanto le había costado ocultarle el lugar donde vivía, finalmente no había valido la pena.

🌖🌕🌔

— ¿Estás seguro que es aquí?- Preguntó al chófer

— Si señor, aqui lo traigo cada vez que sale de la compañía.

El alfa volvió a mirar el lugar, ni siquiera tenía una buena iluminación, parecía un edificio abandonado cayéndose lentamente a pedazos, ubicado en un lugar peligroso donde seguramente habían malhechores.

Bajo del auto y entró al edificio encontrando con que el interior era aún peor.

Si sanidad entraba a ese lugar definitivamente lo cerraría.

— Buenas noches.- Dijo a la beta detrás de aquel viejo mostrador, mirando k-dramas en el viejo ordenador mientras limaba sus uñas, con los pies encima de dicho mostrador.

— Oh cielos, buenas noches.- La mujer se recompuso en el asiento arreglando su camisa de botones y su cabello enmarañado detrás de su oreja - Lo lamento no acostumbramos a...- Lo miro de arriba a abajo para nada indiscretamente - Este tipo de visitas a nuestras instalaciones.

— ¿Se atreven a referirse a esto como una instalación? Es un cochinero.- La mujer abrió sus ojos con sorpresa mostrando lo mucho que le había afectado aquellas palabras en sus facciones.- Park Jimin ¿Dónde está?

— Lo siento señor no guardamos registros de los habitantes de este lugar.

El alfa sonrió ladino dispuesto a sacar la mejor arma que tenía, porque ya estaba lidiando con demasiado al tener a sus padres y a su abuelo en la ciudad.

— Tal y como imaginé, este no es lugar muy legal que digamos ¿No es así?- La mujer abrió sus ojos con sorpresa abandonando su posición amenazante, sintiendo sus manos temblar de antelación ante aquellas palabras- Escucha, si no me dices dónde mierda está mi Omega en este momento se te llena está porquería de policías y para mañana yo mismo habré destruido esta mierda.

— ¿S-señor? - La voz del castaño resonó en las escaleras, el alfa volteó a mirarlo y como si nada hubiera pasado el olor agrio que había empezado a emanar desapareció de manera inmediata, alejándose del mostrador para caminar hacia el.

En ese momento la mujer cayó en la silla respirando con dificultad, eso había estado demasiado cerca.

— ¿Se puede saber que es esto Park?- El Omega miro a su alrededor sintiendo un nudo en su garganta, la razón por la que no había dejado al alfa conocer esa parte de su vida, era por vergüenza, y que Jungkook se empezará a sentir avergonzado de el.

La única verdad en todo esa historia era que ellos eran personas completamente diferentes, con un estatus social diferente y aún que era estúpido que la luna juntara a dos personas así sabiendo lo muchos problemas que eso podía traer a sus vidas, ahí estaban, tratando de entender los designios de la misma.

— Lamento que haya venido a este lugar.

El alfa suspiro cuando la cara del castaño se volvió roja de la vergüenza, entonces tomo su muñeca con un poco de delicadeza y lo arrastro con el fuera del edificio.

Jimin ya no estaba con aquel traje, sus ropas eran delgadas y no cubrían para nada de la ventisca fría que hacía en el exterior, entonces cuando aquella brisa fría tocó su piel bajo aquella ropa un quejido salió de sus labios.

En ese momento Jungkook fue consciente de la situación y sin dudarlo se quitó el saco para ponerlo alrededor de los hombros del Omega.

El chófer seguía afuera del edificio esperando pacientemente por el alfa, pero al ver al Omega también este encendió el auto y una vez estuvieron dentro de el empezó a conducir.

— Ahora Park dime ¿Que porquería es ese lugar?

El Omega sen encogió en su asiento, tratando de cubrir aún más su cuerpo, se sentía expuesto y débil como siempre, pero algo de seguridad abundaba en su corazón, es que su lobo ya no tenía miedo.

— El lugar donde vivo.- Apenas pronunció en un Murmuró

— ¿Que? ¿Que clase de lugar es ese? ¿Cómo puedes vivir ahí? ¡Es horrible!

— ¡Es lo único que conseguí para mi Jungkook!. - Los ojos del Omega se abrieron al ver que había salido de la pequeñita barrera que había puesto y le había alzado la voz a un alfa, entonces el miedo de que esté lo golpeara o lo desechará lo invadió y rápidamente bajo su cabeza en una muestra de sumisión - Lo siento, no fue mi intención, no quise gritarlo, lo siento mucho.

De pronto el no saber nada de Jimin hizo que Jungkook se enojara con el mismo, quizás la situación del Omega era más delicada de lo que el creía y le había reprochado algo como el lugar donde vivía sin saber exactamente el porqué vivía ahí.

— No bajes la cabeza ante nadie park.- Aún así su voz era neutra y gruesa, como si los pensamientos de hace unos segundos no lo hubieran azotado con fuerza.- Nadie merece tanto de ti.

Los ojos del Omega se abrieron con sorpresa.

¿Que había sido aquello?

— Yo...

— Hablemos en mi hogar, y desde ahora te aconsejo que no te guardes nada, porque quiero saberlo absolutamente todo. ¿Está claro?

Absolutamente todo.

No mentiras
No traiciones

— Está claro.

Los omegas de Jeon [KM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora