En las penumbras de aquel departamento vacío, el Omega estaba sentado junto a un ventanal mirando la ciudad detrás de el.
Los fines de semana se veían bastante alegres y alentadores, las personas de su edad salían a divertirse, a beber un poco entre amigos, bailar e incluso visitar a sus familiares
Jimin olvidaba la última vez que vio a sus padres, o la última vez que fue uno de esos jóvenes libertinos que salían a divertirse por ahí, hace un año se había mudado con Yoongi a un departamento en los adentros de la ciudad, al principio el lugar le parecía un departamento sencillo que con el tiempo podría mejorar, pero el mismo tiempo fue el que le mostró que su mente enamorada lo había hecho imaginarse un hogar cuando el espacio donde vivía no era más que un cochinero lleno de cucarachas y deteriorado.
Sin embargo era lo único que Jimin tenía para vivir
Y es que su vida últimamente dependía del alfa, el poco dinero que su madre le mandaba estaba guardado en ahorros, por si alguna emergencia ocurría.
Las noches desoladas eran incontables, incluso estaba acostumbrándose , el alfa siempre lo recompensaba con besos y mimos, diciéndole que no lo haría mas, pero siempre volvía defraudarlo.
Jimin era consciente de los negocios ilegales de Yoongi, de sus apuestas e incluso sospechaba de que le era infiel, pues varias veces había detectado otro olor en la ropa del alfa cuando este dormía y seguramente esta noche no seria la excepción
Se sentía jodidamente solo, un extraño presentimiento lo abundaba últimamente y no tenía con quién hablar al respecto, y es que en el fondo el lo sabía
Podía detectar los destellos cítricos en su olor y por primera vez agradeció a su padre y su obsesión de comprarle supresores para ocultar su olor cuando a penas era un adolescente en pleno desarrollo.
Así que ocultaba su olor por el constante miedo que le causaba la reacción de su novio.
Esa noche hacia más frío de lo común, Jimin había aprendido a vivir con lo poco que tenía, quizás dos tazones de Ramen y abundante agua era lo único que se podía permitir en un día, a veces solo un tazón y algunas frituras o a veces simplemente abundante agua, sabía que el desarrollo de un cachorro en el vientre necesitaba más que eso, aún que sintiera miedo de decirle a Yoongi sus sospechas, tenía la obligación de hacerlo, su salud no podía ponerse en juego si realmente estaba en cinta y mucho menos la vida de su cachorro.
Las horas avanzaban y el castaño ya no esperaba cerca del ventanal si no en aquel sofá duro y viejo, en dónde sobre salían varios resortes que molestaban incluso por encima de su ropa.
En ese oscuro lugar perdía la noción del tiempo por lo que no sabía que hora era cuando su olfato se agudizó y el aroma a café puro se hizo presente en el departamento, escuchó la cerradura ser manipulada y las llaves golpetear entre si dando a entender que claramente Yoongi venía borracho otra vez...
El Omega se encogió aún más en su lugar y cerró los ojos instintivamente cuando la puerta fue abierta y luego cerrada con brusquedad.
Los pasos arrastrantes de Yoongi se podían oír junto a sus gruñidos por el desagrado que le tenía al lugar.
La costumbre es el peor enemigo del amor.
El alfa vió al castaño aparentemente dormido en el sofá y sonrió con ironía, aún así se acercó poniendose a su altura de cuclillas, acariciando el rostro niveo pero muy diferente al que conoció.
Jimin ahora tenía un rostro delgado, sus ojeras estaban tan rojas que parecía enfermo, sus labios estaban maltratados, el brillo en su mirada se había esfumado y en su lugar solo habían unos pequeños ojos oscuros sin nada más que un simple vacío en ellos.
No se sentía igual, verlo ya no le causaba ternura, ya no le excitaba de la misma manera, ya no quería conquistarlo, pero sabía que el Omega era la persona más fiel y leal a el por lo tanto no podía solo dejarlo en la calle
Después de todo, Jimin era todo lo que el tenía aún que no fuera exactamente lo que el quería.
Por eso el había probado otros labios, otra piel, un Omega diferente que satisfacía cada una de sus fantasias y se entregaba a el con lujuria y pasión.
— Que haré contigo...- Susurró antes de levantarse y caminar a rastras hacia la habitación.
Al alejarse Jimin se permitió abrir sus ojos inundados en lágrimas preguntandose una y otra vez
¿Dónde había quedado ese alfa cariñoso y atento que tanto amó?
¿Por qué tenía una vida tan desafortunada solo por ser un Omega?
Cerró sus ojitos y le pidió con el corazón a la madre luna que su mala suerte terminará, el ya no podía soportar tanto.
🌒🌕🌘
— ¡¿Cuántas veces debo explicarte el orden en el que debes agendar mis citas?! ¿Es que no puedes hacer nada bien acaso?
— ¡Lo siento señor! yo... Me puse nerviosa y...
— ¿Esa es tu excusa? ¿Tan poco profesional y estúpida?...- El Alfa sonrió ladino y tomo el teléfono de su oficina. - Por favor trámite el despido de la señorita Han ¡Y consiganme un asistente competente!.
La mujer abrió sus ojos con sorpresa derramando lágrimas desespero, conseguir un trabajo en esa corporación era bastante complicado además de que el pago era demasiado bueno, estaba perdiendo la oportunidad de su vida.
— Señor por fa...- El alfa levantó su mano haciendo señas para que se fuera de su vista.
A simple vista Jungkook podía parecer un Alfa frío, despoto y egocéntrico, pero la verdad era que la educación que había tenido en su vida le habia enseñando que ser una persona cariñosa y comprensiva solo servía para ser la comidilla de personas crueles y malintencionadas.
Aún así suspiró y se lamento internamente por haber despedido en su tercer día a la señorita, el odiaba la incompetencia y falta de profesionalismo en las personas.
El alfa aflojó su corbata y tomo un botellín de agua dirigiéndose al gran ventanal en su oficina.
Esa noche la Luna estaba en su punto más alto brillando en su fase llena y redonda perfecta, estaba realmente hermosa, con una sonrisa la miró, no era partidario de pedirle cosas a la madre luna, pero esa noche deseó que todas sus cargas se aliviaran y poder estar feliz y tranquilo aún que sea solo por un momento en su vida.
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Los omegas de Jeon [KM]
FanfictionEl amor puede llegar de manera impredecible... Para aquel Omega que por mucho tiempo creyó que lo había encontrado, vendrá en su demandante e imponente jefe alfa. Para Jeon vendra en un Omega castaño lleno de un pasado trágico y con cicatrices del...