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En los días venideros, cuando las estrellas tejan su danza celestial, surgirá una profecía que resonará en los corazones de los mortales:
"En el crepúsculo de la eternidad, la hija del amor, nacida de las lágrimas de las diosas y la luz del amanecer, se encontrará con el dios del sol, cuyo fulgor deslumbrante ilumina los rincones más oscuros del mundo.
Bajo el manto del destino entrelazado, su amor florecerá como una flor en un campo de batalla, pero no sin desafíos. La hija del amor, con su corazón desbordante de emociones incontrolables, será presa del torbellino de pasiones que la consumen. Su amor por el dios del sol será su salvación y su perdición, mientras luchan contra el rencor y el odio que amenazan con separarlos.
En un camino plagado de peligros y traiciones, enfrentarán las pruebas más difíciles, desafiando a los dioses y desafiando al destino mismo. Pero en su lucha, encontrarán la fuerza en su amor, forjando un vínculo que trasciende la inmensidad del tiempo y el espacio.
A través del dolor y la adversidad, perseverarán, hasta que finalmente alcancen su anhelado final feliz. Unidos en un abrazo eterno, la hija del amor y el dios del sol brillarán como una constelación en el firmamento, recordando a todos que incluso en la oscuridad más profunda, el amor puede ser la luz que guía el camino."
"Dios de los cielos, tengo esperanza en ti, en tus ojos veo la vida, vengo hacia ti desde este universo, por favor, mi Dios, responde mi deseo"
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