¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Leves menciones sexuales. +18
Conversando con mi esposo.
—Bien, empecemos por algo sencillo—Susurro Apolo acomodándose en la cama aun conmigo encima de el—¿Por qué Eleonora?
—Se parece a mi nombre divino—Susurre sonriendo levemente—Además de mi contraparte romana, Elen.
Mis ojos centellearon levemente al mencionar mi contraparte romana, suspire acomodandome mejor en el regazo de Apolo, que sonrió con diversión.
—No te burles, Febo.
Sus ojos centellearon esta vez, haciéndome sonreír con burla.
—Eleonora Sunset Castellán —Dije el nombre completo haciendo una mueca—Falleció al nacer, no soporto el poder de ser hija de uno de los dioses más poderosos como Eros.
—¿Eros realmente le fue infiel a Psique?
—No—Susurre—Eros solo quería ayudarme, injustamente me di cuenta mucho tiempo después de que, Eros no le fue infiel, sino que se sacrifico sabiendo que la niña moriría para que yo pudiese salir del tártaro con un nuevo cuerpo, un nuevo nombre.
—¿Sacrifico su matrimonio por ayudarte? —Apolo sonrió levemente, sus fuertes manos acariciaron desde mis rodillas hasta mis muslos apretando levemente—Me agrada un poco.
—¿Sí? —Susurre al sentir sus manos apretar mis muslo un poco más fuerte sacándome un jadeo—Apolo.
—No digas mi nombre con ese tono, preciosa—Susurro mirándome con sus ojos azules oscurecidos—O tendré que follarte.
Solté un leve jadeo, mire hacia abajo, mi vestido estaba enrollado hasta mas arriba de mis muslos, si subía sus manos un poco mas arriba mi ropa interior estaría a su disposición, conecte miradas con él, notando que él pensó los mismo que yo.
Sus manos se movieron con lentitud, mi respiración se tambaleo levemente al ver como su pulgar dejo una leve caricia en mi muslo interno, abriendo mas mis piernas, mi centro golpeo su entrepierna dejando caer todo mi peso en su entrepierna.
—Apolo...
—Te lo advertí.
Su mano derecha dejo mi muslo para subir con rapidez a mi nuca, jalandome hacia su pecho, nuestros labios chocaron de golpe sacándome un gemido bajo que el aprovecho para adentrar su lengua en mi boca.
Mientras que su mano libre la utilizo para impulsarse, sentándose aun conmigo arriba de el, mis piernas se abrieron mas dándole espacio para acomodarse, vaya error, porque su ya formado bulto de excitación presiono con fuerza mi centro.
Alejo su mano de mi nuca sin dejar de besarme para llevarla con lentitud hacia mi pecho, sus dedos jugaron levemente con mi cuello, rozando con las yemas de sus dedos mi pulso, hasta bajar a mis pechos, donde delineó suavemente el contorno de estos.
