¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Discusiones matrimoniales.
Suspiré agotada, le entregué gran parte de mi poder a Percy, el niño travieso de Sally Jackson estaba apunto de ser asesinado en el laberinto por seres marinos antiguos. Y sorprendentemente casi salté en mi lugar al escuchar sus rezos, no fueron dirigidos hacia mí específicamente, le rezo a Eleonora.
Mi corazon se derrite al escucharlo pedir ayuda a su difunta protectora, y en nombre de su memoria eso hice, le di poder suficiente para barrer el suelo con todos esos monstruos, escuche como Annabeth le dijo unas palabras que marcaron mi corazon.
"No te equivoques Percy, aunque Eleonora no dudaría en ayudarnos, realmente tus suplicas fueron escuchadas por la diosa de los héroes, escuche al señor D decir que volvió a su templo luego de siglos, ella es quien te ha salvado"
Sonreí levemente enternecida, recostándome en mi trono, Zoe me entregó un sobre blanco, la mire con una ceja alzada.
—Lo trajo Hermes, dijo que la Diosa Hestia lo envió con urgencia.
—¿Hestia?—Susurre tomando el sobre— ¿Qué habrá sucedido?
Abrí el sobre leyendo sus letras, cada línea me hacía leer con más rapidez, al terminar volví a leerlo de nuevo, Zoe me miró esperando que hablara, guarde silencio mirándola y luego al sobre.
Tome lo primero que estaba a mi lado que sorprendentemente era un Jarron de Oro y lo lance contra la puerta con molestia, Zoe suspiro al verlo hacerse anicos.
—Mi señora.
—"Querida hermana mayor, Elethea—Comienzo a leer dando vueltas en la sala—Lamento tener que informarte, que la situación con Apolo se nos salió de la mano, Hera no pudo evitar decir cosas incorrectas y Apolo comenzó a sospechar, como única solución, Hera le comento la verdad y le devolvió sus recuerdos sobre lo que pasó hace milenios, pero...lamentablemente Apolo también vio cómo tomabas posesión del cuerpo de la hija de Eros, en pocas palabras, Apolo sabe que eres Eleonora, te deseamos suerte, por cierto, se dirige hacia tu templo, con amor, Hestia"
Zoe se quedo mirándome boca abierta, escuchamos como la puerta fue tocada con brusquedad y nos miramos asustadas.
—No le abras—Susurre—Di que no estoy.
—¿No le abro o le abro y digo que no estas? elige una opción.
—No lo sé—Masculló en susurros—Dile que no estoy, que me fui.
—¿A dónde?
—A la luna, no lo sé, sé ingeniosa Zoe.
Me escondí detrás de la puerta, Zoe suspiro antes de abrir la puerta dándole cara al Dios del Sol que esperaba con impaciencia.
—Señor Apolo.
—¿Dónde está?
—Mi señora no se encuentra, ¿Desea dejarle un mensaje?
