¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Traición
Al llegar al campamento, era la hora de la cena, aproveche que estaba algo vacío, ya que todos estaban en el comedor, ayude a Meira a vestirse apropiadamente, le puse una camiseta del campamento, y conseguí algo de ropa de su edad.
—¿Crees que le agradare?
—¿Por qué no lo harías?, eres dulce, amable y bonita—Rei levemente dando un toque en su nariz—Tierna y dulce.
—Dijiste dulce dos veces.
—Porque es lo que eres.
—¿Quien es mi papa?
—Mmm—Pensé unos segundos—Tu papa es un alguien muy querido, dicen que es el hombre mas hermoso del olimpo.
—¿Y lo es?
—Puede ser—Susurre acariciando su pelo—Es muy bueno en las artes, la música, la pintura, y es un excelente arquero.
—¿Lo conoces?
—Si, lo he visto algunas veces
—¿Cuando lo conoceré?
—No lo se, lucecita—Murmure tocando su mejilla—Es algo complicado.
—Entonces no me quiere.
—Oh dioses, ¿quién no quería a una hermosa lucecita como tu?
Comencé a hacerle cosquillas logrando que se riera sin parar, me detuve mirando su hermosa sonrisa, parecida a la de su padre, sus ojos idénticos me miraron con un brillo que no he visto en los ojos de su progenitor.
A deseos de ella deje su cabello rubio suelto, agarrando mi mano la lleve hacia el comedor, donde todos hicieron silencio al vernos, la lleve frente a Dionisio y Quirón quien la analizó, miro mis ojos con una pregunta no formulada pero que entendi, asentí levemente, este suspiro.
—Dionisio, Ella es la nueva campista, Meira Scott, Meira él es el Senor D, el director y a su lado esta Quirón quien te entrenara para que seas más fuerte.
—Que vaya a la mesa de los hijos de Hermes—Dijo Dionisio bebiendo su refresco sin mirarla—Hasta que la reclamen.
—No será necesario—Hable, señalando el gran arco que brillaba arriba de ella—Ya fue reclamada.
Lo cierto es que, los hijos de Apolo eran reclamados al instante, Apolo nunca ha hecho que ninguno de sus hijos dure mucho tiempo sin reclamar desde que pisan el campamento, algo que realmente admiraba es que él demostraba cierto interés en sus hijos que los demás dioses no demostraban, en lo que cabía hacia lo mejor que podía.
