¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los secuestros son del siglo pasado.
Debí de haber notado más los pequeños detalles.
Como el hecho de que me sentía vigilada durante las semanas en las que había vuelto al Campamento, el hecho de que algunas cosas en mi habitación estaban en lugares donde no las había dejado, o los pasos que hoy en las noches que fingí que eran los campistas.
Pero justifique todo eso con la paranoia y la falta de memoria.
Aunque una parte de mi cerebro sabía que había algo mal.
Por eso, no me sorprendió tanto despertar en una habitación completamente diferente, amarrada a una silla, con las manos atadas detrás de mi espalda, sabía que la cuerda iba a dejar marcas en mis manos, y me regañé a mi misma por no haber ido a dormir esa noche a la cabaña de Afrodita o a la de Ares.
Escuche el ruido de la puerta abriéndose, gire la mirada hacia la pared al identificar quién entraba, tragándome el nudo en mi garganta, pestañeando muchas veces intentando alejar las lágrimas que querían caer.
—Hola, Nora.
No respondí, frunci el ceño queriendo dejar salir mis lagrimas pero me negué hacerlo y a mirarlo.
—Se que estas enojada conmigo, pero no me ignores.
—No quiero verte.
—Lo se, pero tienes que hacerlo, te traje aquí por una razón.
—No me importa.
—No digas eso.
Entonces cometí el error de mirarlo, se veía tan cansado, tenía bolsas debajo de sus ojos, ojos que se veían completamente agotados, su cabello estaba despeinado, y su ropa estaba algo estrujada, mi corazón se desmorono un poco.
—No tienes derecho, ¿como te atreves?
—No me entiendes—Gruño molesto—Parece que nunca lo hiciste.
—Te equivocas, no conozco a la persona que estoy mirando justo ahora, porque mi Luke no haría esto.
—Ese es tu problema Eleonora, siempre esperando lo mejor de las personas, buscando razones por las cuales hago las cosas, y echándote la culpa de cosas que no tienen que ver contigo.
—¿Como quieres que no me culpe de lo que eres ahora?—Dije enojada—Yo te crié, te cuide, te protegia de todos, pero cometi un error, debí de protegerte de ti mismo.
—No me mires de esa forma, Nora.
Regrese mi mirada a la pared, sabiendo que no soportaría mas verlo sin querer abrazarlo y refugiarlo en mis brazos evitando que cualquier persona le hiciese daño.
—Te busqué durante meses cuando supe que estabas viva—Hablo—Y no te encontre en ningun lado, hasta que lo supe, estabas con Hermes en su hotel, claro que no podría encontrarte nunca, ¿Por que?.