¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Maldita genética.
Maldita sea.
Que mujer tan hermosa.
Casi me ahogo con mi bebida al escuchar el nombre salir de los labios de Apolo, la hermosa Diosa frente a mí, camino hasta dirigirse a mis espaldas sentí sus brazos rodear mi cuerpo, me sentí intimidada.
Una mujer hermosa esta abrazándome.
Es tu media hermana.
Silencio.
—Tienes a mi hermosa hermana secuestrada en tu templo—Hablo sin soltarme, alce la mirada viendo como asesinaba con la suya a Apolo—No puedes tenerla para ti solo.
—Hedoné, suéltala.
—Mi hermanita no se está quejando.
—No, no lo hago.
—Eleonora.
Ignore la mirada de Apolo y seguí viendo a la belleza que tengo como hermana, me asuste por unos segundos pensando que si la miraba por más tiempo me pensaría lo de cometer incesto.
—¡Eleonora!
—¡Apolo, sal de mi cabeza!
—Oh—Hedoné se alejó de mí, hice un pequeño puchero al verla sentarse a mi lado—¿Ya están en ese nivel de la conexión?
—¿El que? —Pregunte.
—¿No lo sabes?
—Hedoné, ¿Qué haces en mi templo?
—Escuche que mi pequeña hermana estaba aquí—Suspiro acariciando mi cabello como si fuese un cachorro abandonado—Me preocupe, pensé en todas las cosas malas que estarías haciéndole.
—No soy tan cruel.
Bueno, al principio...
—Eleonora.
—Voy a clavarte un tenedor—Amenace apuntándole con uno—No me pongas a prueba.
—Mamá está tan emocionada por conocerte—Hedoné acerco mi rostro al suyo, me sonroje por completo—Eres tan linda y tierna.
—Hedoné, ya la viste, márchate.
—No, me la llevare al templo de papa.
—No lo harás.
—Es mi hermana.
—Está en mi templo.
—Ella se ira conmigo.
—Ella se quedará.
—Ella está aquí—Alce la mano sacudiendola, ambos me miraron, suspire mirando a Apolo—Apolo, ¿Cuánto tiempo estaré aquí?