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Reclamada de manera figurada.
—¿Qué me ocultas, Dionisio?
Mi tacón resonó en el suelo, Percy se había adaptado de manera rápida, gracias a Luke, y paso un mal momento por culpa de Clarisse, había escuchado una conversación de Grover con Quirón de manera secreta, donde se mencionaron dos cosas.
Numero uno, que Sally Jackson posiblemente estuviese viva y se encontraba oculta en el reino de Hades, cosa que imagino que Perséfone no tendría ni idea o estuviese ardiendo en enojo con su esposo.
Numero dos, que estaban ocultándome algo, Grover le reclamaba de manera disimulada a Quirón, diciendo lo siguiente: "SI ELEONORA SUPIERA SU SECRETO ESTARIA MOLESTA"
No soporte el suspenso y vine de inmediato hacia donde Dionisio interceptándolo, quien me miro algo sorprendido.
—¿Qué me ocultas?
—¿Qué que te oculto? No te oculto nada, Eleonora.
—Me estas mintiendo.
—No lo hago—Suspiro haciendo aparecer dos cocas light en la mesa—Evado tu pregunta.
—¿Por qué?
—Cuando entraste por las puertas de este campamento prometí por el rio Estigia protegerte mientras estuviese en mis manos.
—¿Por qué?
—Me gustaron tus ojos—Lo mire con el ceno fruncido e incrédula—Es la verdad.
—Es una promesa muy grande, no la hubiese hecho solo porque "te gustaron mis ojos"
—Lo hice por tu padre.
Mi cuerpo se tensó, y apreté mi mandíbula, inconscientemente mi dedo pulgar comenzó a dar toques en mi dedo anular, mis dientes mordieron mi labio, y negué levemente.
—No sabes quién es.
—Lo sé, niña—Respondió bebiendo de su bebida—Claro que lo sé, te reclamo figuradamente.
—¿Figuradamente? —Susurre—¿Estás diciendo, que ese hijo de puta, sabe que existo y no se ha dignado a hablar una sola puta vez?
—Eh, técnicamente.
—Técnicamente puede irse mucho a la mierda.
Dionisio soltó una carcajada, y negó levemente, sonriendo un poco, me miro se puso de pie acercándose a mí, puso sus manos en mi hombro.
—¿Quieres hablar con él?, pensé que ya no te importaba.
—Soy una chica, toda chica quiere hablar con su padre, aunque lo niegue.
—Intentare gestionar eso para ti—Dionisio beso mi frente, a lo que cerré los ojos—Y deja de escuchar conversaciones privadas.
