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¿Perdonar? Yo no conozco ese termino.
Tome un trago de mi taza de té, mirándola caminar de un lado a otro por toda la cocina, sus pasos eran apresurados y miraba el reloj cada cierto tiempo, murmurando en voz baja cosas que no preste atención.
Pestañee levemente al verla sacar unas galletas del horno y soltar un leve sonido de felicidad, las puso en la mesa y me tragué las ganas de bufar con leve decepción.
—May—Hable—¿Puedes sentarte un segundo?
—No puedo—Susurro de manera errática—Mi Luke y Mi Ele vienen a las tres a comer.
Era la séptima vez que lo decía, luego, se quedaba en silencio unos segundos mirándome, para hacer la pregunta por séptima vez.
—¿Nos conocemos?
—Si, soy la tía de Hermes, la diosa de los héroes, Elethea.
—Oh disculpe su divinidad—Paso sus manos por su cabello en un movimiento lleno de locura—Soy May Castellan, ¿Quiere galletas?
—No, May—Susurre—Vine a saber si sabes algo de Luke.
—Mi hijo, oh mi precioso bebe, viene a las tres con Ele a comer.
Me recosté en la silla pasando mi mano por mi cara, frustrada, no se que diablos estaba buscando pero era obvio que May no me lo diría, quizás solo disfrace esta estúpida búsqueda de Luke para verla.
Escuché un ruido en la puerta, y el reloj sonó dando las tres de la tarde, cerré mis ojos y los abrí levemente, escuchando unos pasos familiares, puse mis codos en la mesa, mirando mi taza en silencio.
May se acercó al chico gracias al espejo de la cocina pude ver como esta besaba su cara, pero este se alejó unos pasos, está tan demacrado que no se parece ni a la sombra del Luke de hace años.
—Madre—Susurro Luke mirando a su madre, ignorando o no notando mi presencia—Necesito tu bendición.
—¿Bendición? Ya está lista la comida.
—La comida puede esperar, iré a una misión y necesito tu bendición.
Gire en mi puesto, ganándome la atención de Luke, alce una mano en modo de saludo, vi como sus ojos brillaron de rojo a los naturales cansados, Cronos estaba a nada de ganar control completo de su cuerpo, y me reconoció.
—¿Y tú quién eres?
May volvió a la cocina ignorándonos, me puse de pie, limpiando mi vestido de falsas pelusas.
—La madre de todos los héroes que asesinaste y asesinaras.
—...
—Elethea, Diosa de los héroes—Moví mi mano restándole importancia—El ser dentro de ti me reconoce.
