Capitulo 3

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Mi querida y amada amiga Zoë

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Mi querida y amada amiga Zoë

Camine de manera rápida hacia mi templo.

Desde mi lugar en lo alto de una colina cercana, contemplé con orgullo y admiración el templo que se alza ante mí como un monumento a la valentía y la determinación humanas. Cada detalle cuidadosamente diseñado que adorna el santuario me llena de satisfacción y gratitud.

Las rosas con espinas que rodean el templo son para mí un recordatorio constante de la fuerza y la belleza intrínsecas a los héroes que son venerados en ese lugar. Sonrío al ver cómo las flores despliegan sus pétalos con gracia, sabiendo que cada espina representa el sacrificio y el esfuerzo que conlleva el camino del héroe.

El logo del corazón roto tallado en la entrada principal no me entristece, sino que me inspira. Reconozco en ese símbolo la profundidad de las emociones humanas y la fuerza que surge de la vulnerabilidad. Es la capacidad de amar y sacrificarse por los demás lo que hace a los humanos verdaderamente admirables.

Las fuentes que representan las lágrimas me recuerdan la humanidad de aquellos que buscan mi ayuda y protección. Veo en cada gota de agua que cae el sufrimiento y la esperanza de quienes buscan mi guía, y me siento honrada de poder ofrecer consuelo y fortaleza a través de mi templo.

Las máscaras con dos caras son para mí un recordatorio de la dualidad inherente a la condición humana. Observó con fascinación cómo los héroes representados en esas máscaras pueden mostrar tanto coraje como miedo, tanto determinación como duda. Es esa lucha interna lo que hace que los héroes sean verdaderamente admirables.

Finalmente, las estatuas de héroes legendarios como Teseo y Heracles. Sé que cada uno de esos héroes ha enfrentado desafíos inimaginables y ha superado pruebas imposibles, y me siento bendecida. Aunque Heracles ya no es de mi agrado fue un héroe.

En conjunto, mi templo es para mí un lugar de reverencia y gratitud, donde puedo contemplar con admiración la grandeza y la nobleza del espíritu humano. Me siento bendecida de poder inspirar y guiar a aquellos que buscan seguir el camino de los héroes, prometí  estar siempre presente para aquellos que buscan mi ayuda y protección.

Y aunque muy a mi pesar le he fallado y me he fallado a mi misma.

Sacudo mi cabeza sabiendo que mis pensamientos se irán por un sentimiento más negativo y me pondrá triste por completo.

Entre a mi templo, estaba en completo silencio, alce mi vestido para no mojarlo, el piso estaba húmedo, note como el templo empezaba a limpiarse solo, suspire encantada, mi propio templo sintió mi presencia.

Mis pasos se aceleraron al ver mi trono, rodeado con espinas y rosas, solté un leve gemido de satisfacción al sentir como una de las espinas cortaba mi dedo al rozar el trono, una gota dorada cayó de mi dedo.

El Icor.

—Madre.

Me quede paralizada en mi sitio, ha pasado tanto tiempo desde que escuche que me llamaran de esa forma, que mi corazón se apretó en mi pecho con dolor.

ꜱᴛᴀʏ ᴡɪᴛʜ ᴍᴇ| ᴀᴘᴏʟᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora