¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La batalla del campamento.
—No, Theos, no puedes asesinar a tu hermano.
—Pero madre...
—No.
Theos me frunció el ceno mirando mal a Xenix que le sonreía con burla a su hermano menor, aunque solo fuera por algunos minutos, sostuve la oreja de Xenix halándola con un poco de brusquedad.
—¡Madre!
—No te burles de tu hermano—Regane, suspire mirándolos a los dos—¿Qué sucede entre ustedes dos últimamente?, Están peleando más de lo normal.
—Xenix no entiende sus límites.
—Theos no acepta mi ayuda.
—¡Basta! —Ordene alzando las manos, Zoé que estaba parada a mi lado rio levemente—No te rías, Zoé.
—Lo siento, mi señora, no puedo evitarlo.
Note como Theos miro a Zoé de reojo y conecte cavos al ver la mirada de satisfacción de Xenix mirando a su hermano, hale su oreja de nuevo ganándome un puchero de su parte.
—No uses tus dones con tu hermano, Xenix.
—¡No los estoy usando, Madre!
—Tus ojos centellearon—Regane con molestia—No me engañes.
—Solo estoy ayudándolos—Se quejo en voz baja, su hermano le dio una mala mirada—Son lentos.
—¿Ayudando a quién? —Preguntó Zoé, sonreí levemente, alzando una ceja hacia ella y Theos, Zoé desvió la mirada sonrojándose—No sé qué insinúa mi señora.
—Bien, Xenix no te metas en los asuntos de tu hermano—Pedí sonriendo levemente, besando su mejilla, besé la mejilla de Theos sonrió con picardía—Y tu no seas tan lento con tus acciones hijo mío, o alguien más te tomara la delantera.
—¿Madre? —Llamó Xenix, gire a mirarlo viéndolo serio—¿Es cierto?
—¿Qué?
—Hablan de que Apolo se enteró—Hablo Theos, mi cuerpo se puso rígido—Sobre el bebé entre tu y Apolo.
—Es cierto.
—¿Sabe dónde está?
—No lo sabe.
Theos y Xenix se miraron al mismo tiempo, mire a Zoé comunicándole algo con la mirada que ella entendió a la perfección, asintiendo con levedad.
—Es hora de irse, Dioses—Hablo Zoé—Elethea necesita revisar a sus niños.
—Bien, bien—Xenix se estiro sonriendo con picardía—Bien, madre, la mujer mas hermosa de mi corazón, vendré más tarde a verte.
Beso mi mejilla sin dejar de sonreír, negué levemente sonriendo.