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La brisa hacia que las hojas de los árboles cayeran con más prisa al pasto ocasionando que se notará más que estaba por llegar Otoño.

Mis pensamientos no podían estar quietos sino que estaban como remolinos llevando toda la coherencia de mi mente y haciendo que no pudiese pensar en nada racional y que solo un tema pareciese tener el consentimiento de salir a flote.

Acababa de terminar hace unos días con mi novio, sin duda no fue una de mis mejores relaciones aunque no se puede decir que e tenido muchas.

Mis padres misteriosamente habían salido de viaje y tenían más de una semana fuera del país haciendo quien sabe que tipo de cosas y yo un joven de 16 años solo con dos gemelas de 13 no es lo mas razonable verdad?.

En estos momentos me pregunto que fue tan importante para hacer que mis padres tomarán un avión a un país que no poseo el conocimiento de cual es y nos dejarán a nosotros tres solos, no se puede decir tampoco que solos si no sin un adulto responsable.

Y aquí estoy sentado en el jardín de la casa tomando "sol" en una hamaca y con unos lentes de sol. El día se encontraba nublado y se podía ver que comenzaría a llover en poco tiempo.

En estos últimos días me e sentido extraño una de las razones por las que termine con Jack. Nunca has sentido que estas siendo visto por alguien o algo incesantemente durante un tiempo?. Pues hací me siento y es muy incómodo.

Otras de las cosas que últimamente e sentido es que mi marca de nacimiento me a ardido bastante hasta el punto de estar a rojo fuego. Mi marca que parece el dedo pulgar de alguien incrustada en mis caderas casi llegando a mi oblicuo mayor.

Según me han dicho las marcas de nacimientos son o de herencia o de algún antojo de las madres en el momento del embarazo, pero ninguno en mi familia la poseía y a menos que mi mama le haya dado una etapa de canibalismo no se que pueda significar ese dedo.

Me levante perezoso y entre a la casa, los empleados iban de un lado a otro de la casa como costumbre y mi nana se encontraba sentada leyendo una revista, mientras vigilaba a las gemelas.

En verdad ella no era la nana si no que acostumbramos a llamarla así por que ella era la ama de llaves y siempre fue cariñosa con nosotros.

Me acerqué a ella y me senté a su lado en el sillón.

-Nana puedo salir un rato - dije mientras recostaba mi cabeza en su hombro y ella acariciaba mi cabello.

- a donde iras?- pregunto.

-iré a ver a Ángel un rato, prometo llegar temprano.

-esta bien mi niño- le di un beso en la mejilla y me despedí de las gemelas, tome un abrigo que tenía en el mueble y salí de casa.

Ángel quedaba a unos minutos caminando de mi casa y tenia suerte por eso. En el momento en que llegue toque la puerta y Angeline su madre me abrió, la salude y ella me dejo subir a verlo.

-Ángel - dije entrando, él se encontraba en su computadora y cuando me vio se levantó y me abrazo.

-hola Mati como estás?.

-bien y tú- dije sentándome en su cama.

-estaba adelantando un trabajo de la universidad- dijo encogiéndose de hombros - y tú como vas con Jack.

-terminamos hace días- dije dejando caer mi cabeza en la almohada.

-y eso porqué?.

- no lo quería - dije simplemente.

-es que nunca te das oportunidad a enamorarte- dijo con reproche.

La tarde transcurrió en la que Ángel me decía que tenía que tener una relación seria y estable en la cual hubiese un sentimiento más grande que gustar de por medio y que no podía tomarme los sentimientos ajenos como un simple juego.

Casi a las nueve de la noche llegue a casa, por lo que pude ver mis padres habían regresado, ya que el bolso de mamá se encontraba en la sala.

Me aproxime al comedor y los salude, me senté con ellos a la mesa y cenamos juntos.

Me dijeron que mañana me daría una noticia que cambiaría mi vida y que sin duda era muy importante, no pude sacarle información por lo que opté esperar hasta que amaneciera y poder enterarme de que trataba el acontecimiento y si estaba relacionado a su misterioso viaje.

Cuando terminamos subí a mi cuarto y me tome una ducha lanzandome a la cama en bóxer y cayendo directo en un sueño.

Tengo su selloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora