Tengo su sello

28

Puede que te ame con el alma y con locura, puede que te admire con desespero y anhelo, y puede que te sueñe despierto como dormido, pero siempre te tendré presente en mi y eso no admite un puede si no un siempre.
                       By Kelly Ami Gómez

Que acaba de pasar? Observé un momento a Julián sin poder creer lo que había hecho. ¡Yo inmortal! Debe ser un juego, verdad?

-Qué acabas de decir?.

-que eres inmortal pequeño- dijo secándose lo que quedaba de mi sangre de su labio.

-acabas de convertirme en inmortal, estas loco o qué?- vi la expresión de confusión que mostraba su rostro- como fuiste capaz de hacerme este daño- exprese dolido.

-daño?- pregunto- pero si dijiste que ¡me amas!

-se muy bien lo que dije, te amo, te amo con todo mi corazón, te amo con mi vida y se que es muy pronto para decirlo, pero te amo. Pero eso no quiere decir que dejaré todo lo que soy y los que me rodean por ti, sabes el dolor que será para mi ver morir a todos los que quiero, a mis hermanas a mis padres, a mis mejores amigos. Que les voy a decir cuando se den cuenta que no envejecí ni un minuto desde que tenía 16 - mis ojos se aguaron con solo pensar en ese hecho.

-pero me amas, yo estaré contigo siempre, no necesitas a nadie más.

-Qué no necesito a nadie más?-dije al punto de querer lanzarme a llorar de rabia- necesito más de una persona en mi vida necesito a mi familia, a mis amigos, no sólo a tí.

-no te das cuenta de lo que dices- dijo él con voz quebrada y observé sus ojos aguarse- como quieres que te vea envejecer y morir cuando eres el amor de mi vida - dijo y las primeras muestras de su desespero se deslizaron desde sus ojos y cayeron a las blancas sábanas con olor a yodoformo y a detergente barato- no sabes lo que es ver a quien más quieres caer en sus últimos momentos de vida y no poder hacer nada para ayudarlo. Cuando te vi postrado en ésa cama luego del accidente supe que no podía volver a verte tan herido por que moriría. No me hagas esto Mathew, no me pidas que vea a lo más importante para mí morir. No lo hagas.

Lo observé caer hacia adelante en la camilla apoyándose en sus codos y llorando a todo pulmón y definitivamente me quebre. Él también tenía sentimientos y yo solo pensé en los míos.

Me deslize por la cama y me coloque de rodillas quedando así frente a él, en esta estrecha e incómoda cama de hospital. Tomé su mano derecha y la lleve a mi pecho.

-escúchame bien Julián Ulysseus Valente, te amo y por amor a ti soy capaz de lo que sea. No puedo ser capaz de quebrar tu corazón por un despecho mío. Se que no será fácil acostumbrarme a verme siempre así, como un joven de 16 años, pero lo superare. No quiero verte llorar por mi por que nadie merece derramar una lágrima por otra persona.

-todas mis lágrimas merecen ser derramadas si la causa eres tú- dijo y levantó su rostro mojado por completo por esas inhumanas gotas de agua salada, y sus negros ojos casi rojos por el llanto.

-eres alguien maravilloso Julián, por eso mi corazón y ahora mi vida te pertenecen - dije besandolo.

Él se levantó de la cama y se colocó sus boxers al igual que su pantalón, amarró la bata a mi espalda y se acostó a mi lado en esa diminuta cama para su gran y opulento tamaño. Recoste mi cabeza en su pecho y deje que el cansancio me llevará lejos.

...

Esa mañana al despertar mi madre me había ayudado a arreglar y cambiar, mientras Julián hacia todos los trámites para mi alta.

Ahora me encontraba sentado en el vehículo de Julián camino al aeropuerto para montarme en un avión a mi próximo y esperado destino.

Llegamos alrededor de las una y media de la tarde a la sala de espera para abordar nuestro avión, siendo nuestro vuelo a las dos en punto. Apoye mi cabeza en el hombro de Julián y observé a todas las personas que estaban hay: Viejos y jóvenes, mujeres, hombres y niños, enfermos como sanos y nosotros dos, dos pendejos inmortales de camino a su pecaminosa y esperada luna de miel.

-no somos pendejos- interrumpió mis incesantes pensamientos la voz de mi esquisito esposo.

- o sí, lo somos - dije afirmando y observando sus oscuros y maravillosos ojos- Julián mis ojos serán azules siempre, verdad?.

-sí- dijo besando mis labios- amo tus ojos así y como están- dijo sonriendo.

-pasaremos lo que resta de nuestra luna de miel en Italia?

-sí, quiero que veas la casa donde viviremos, para que así me digas si es o no de tu agrado y si no te gusta, compramos otra- dijo.

-seguro me encantará, despreocupate- dije.

...

El avión aterrizó en Roma y de hay tuvimos que tomar un vuelo local para Trieste. Estaba completamente agotado, esto de viajar por varias horas no era lo mío.

Al momento de salir una brisa cálida y soleada de medio día, dio directo en mi fatigado cuerpo. Nos dirigimos a un Ferrari localizado en la parte más alejada del parqueo para el colmo de los males.

-no pudiste estacionar, no se a diez kilómetros de distancia más?- dije enojado y con un mal humor de los mil demonios.

-shh tranquilo, descansa cariño, te diré cuando estemos llegando, esta bien?- asentí e ingrese en su impoluto vehículo.

Alrededor de una media hora, fuimos acercándonos más a lo que parecía la costa?

- a dónde vamos Julián?- pregunté confundido.

-deja los nervios pequeño estamos por llegar, por ahora admira la vista- dijo sonriendo e hize caso a su sugerencia y admire cuán hermoso era todo.

Unos minutos después vi lo que era el final de un acantilado y un castill arriba de el.? Observé un momento a Julián y pedí que fuese broma lo que por mi mente pasaba en ese momento.

-pues no, la verdad es que tu pensamiento fue correcto.

-me estas jodiendo, tu casa es un puto castillo?- dije con la boca que por lo menos recorría todo el piso del Ferrari.

-nuestra casa- dijo estacionado frente a esta.