30

2.4K 156 13
                                    

Me llegue a enamorar tanto en tan poco tiempo que termine temiendo salir con mi corazón más roto de lo que ya se encontraba.
                            By Kelly Ami Gómez

Me levante alrededor de las cinco de la mañana, el sol aún no había salido y me encontraba completamente solo en esta gran cama. Observé toda la habitación y mi vista se posó en el balcón donde Julián se encontraba fumando. Salí de la cama y recogí mis boxers del suelo colocandomelos y saliendo a donde el se encontraba.

-desde cuando fumas?- le pregunte apoyándome en la puerta de acceso al balcón.

-desde siempre- dijo girando su rostro y giñandome un ojo.

-sabes que fumar es perjudicial para la salud.

-te recuerdas que soy inmortal- dijo elevando una ceja.

-cierto olvidaba ese hecho. Desde cuando estas despierto?- le pregunte apoyando mis manos en sus hombros.

-creo que desde las tres, tuve que llevar a un grupo de personas al infierno y también al cielo- dijo y un escalofrío me recorrió completo.

-ok eso sonó espeluznante- dije.

-despreocupate- dijo y se levantó de la silla- por que te levantaste tan temprano- dijo rodeandome con sus brazos.

-no se, me canse de estar dormido supongo.

-quieres que te lleve a recorrer la casa?- pregunto.

-sí me encantaría.

Me tomó de la mano y nos saco de la habitación. En la planta que nos encontrábamos habían nueve habitaciones más, en la cuarta planta habían ocho, en la segunda ya ni me acuerdo, demasiadas para mi escaso complejo de atención, lo que más me gustó fue una enorme biblioteca que sin duda fue un sueño hecho realidad para todo lector obsesivo o mejor dicho bibliofilo.

- creo que nunca saldré de aquí - dije acariciando las portadas de los libros.

-no de donde definitivamente no saldrás es de nuestra recámara- dijo besando mi cuello.

-cariño tienes complejo de conejo? - le pregunte girando mi cuerpo y quedando frente a frente. En su cara había una mueca de confusión- los conejos les gusta mucho mucho el sexo, literalmente viven para eso- dije burlonamente.

-pues definitivamente me considero conejo, joder soy el rey de los conejos- dijo con gesto gracioso y yo estalle en carcajadas.

- pero serás capullo- dije negando con la cabeza y secando una lágrima de mi ojo que había ocasionado mi insesante estado de risa.

-sólo tuyo- dijo besando mis labios.

-sólo mío- dije sonriendo- Julián podemos salir a recorrer el pueblo- pregunté.

-quieres ver el pueblo?- pregunto y yo asentí feliz- pues vamos a recorrer el pueblo- dijo y solo hizo decir eso y yo me encontraba saltando de felicidad por toda la casa.

Nos dirigimos agarrados de manos al cuarto y tomamos una ducha entre caricias y palabras dulces y bueno yo negandome a hacerlo con él en la ducha, es que joder si lo comenzábamos a hacer no hay quien lo parará.

Cuando salimos de la "casa" observé algo de lo que no me había dado cuenta ayer.

-Julián de quienes son todos esos vehículos- dije señalandolos.

Había una variedad de al menos doce vehículos.

-míos y a hora tuyos- dijo sonriendo y lo observé con cara de retrasado mental.

-me estas diciendo que esos vehículos son tuyos- dije y él asintió- a ti te gusta desperdiciar el dinero acaso?

-no, es un gasto necesario- dijo besando mi nariz.

-sí lo que digas- dije y observé todos y cada unos, hasta que mi vista se posó en el amor de mi vida, un jeep wrangler rubicon color blanco que poseía un moño de regalo arriba de el. Siempre e querido que mis padres me lo obsequiarán pero tenían miedo a que muriera en un accidente automovilístico- o mi Dios- dije acariciando la pintura de esa preciosidad.

-toma- dijo y me tendió una llaves.

-que es esto- dije referente a las llaves que él me había pasado.

-es mi regalo de bodas, se que siempre has querido uno, así que es mi regalo para ti- dijo y me abrazo.

-hablas en serio? Es mio- exclamó efusivo y él asintió. - gracias gracias gracias- dije besandolo varias veces con la felicidad emanando de mi por todas partes.

-sí hubiera sabido que reaccionarias hací, hace rato te lo hubiese obsequiado- dijo.

-podemos ir en el?- pregunté esperanzado, el hizo señas de que si y con sólo eso yo ya me encontraba sentado en el asiento del conductor, poniendo el cinturón de seguridad en mi.

Cuando los dos estuvimos dentro, encendí a esa preciosidad y el sonido que ocasionó fue un orgasmo para mis oídos. Salimos de la propiedad con las indicaciones que Julián me daba y así llegamos al centro de la hermosa Trieste.

Recorrimos todo lo posible de la ciudad y lo que sin duda más ame fue le faro della vittoria, sin duda un lugar explendoroso y de una vista preciosa.

Nos encontrábamos arreglandonos para salir al teatro verdi a escuchar una hermosa función de opera italiana. Terminaba de hacerle el nudo a mi corbata cuando por el espejo pude ver que Julián me observaba sin pudor alguno.

-que tanto me miras?

-joder que estas bueno- dijo fuerte y sin duda me sonroje.

-mejor callate- dije girando mi cara para que no viera mis mejillas rosadas. Sentí su presencia atrás de mi y como sus manos me rodeaban.

-cada vez que te sonrojas me enamoro un poco más- dijo y yo sonreí por la ternura de sus palabras.

-yo me enamoro más cada vez que te escucho decir cosas como esa- dije encogiendo mis hombros y acurrucandome más en sus brazos.

Nos quedamos un momento así reconfortandonos por el calor del otro. Luego de eso salimos para la función y disfrutamos de buena música por dos explendorosas horas, que ame como nunca.

Cuando se hubo acabado, recorrimos un pequeño trazo a pie disfrutando del maravilloso ambiente que nos regalaba ese lugar.

-cariño- dije llamando la atención de mi esposo.

-sí.

-te quiero- dije y lo abraze de lado.

-no más que yo pequeño- dijo y beso mis labios.

-me quiero hacer un tatuaje- exclame de pronto.

- un tatuaje?- pregunto y yo asentí- y eso porqué?

-deseo tener un recuerdo de esta noche- dije sonriendole- hay algún lugar de tatuajes abierto- le pregunte y lo vi observar su reloj.

-son las nueve supongo que sí, no prefieres consultarlo con la almohada y mañana si sigues con esa idea llevarla a cabo.

-no, deseo hacerlo hoy, vamos Julián complazeme- dije haciendo un puchero.

-bueno está bien - dijo y me beso.

Tengo su selloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora