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Este capítulo se lo dedico a mi baby Sister Oriana, te e pegado la manía del homolove y ahora no hay quien Te soporté, love you nena.

Cuando comenzamos a caminar a la cabaña mis piernas temblaban y aún tenía la vaga esperanza de que Julián llegará, pero mi marca ardía mi sello me decía que el no vendría.

Al momento de entrar mis vellos se pusieron a un más en punta de lo que estaban y estaba dispuesto a caminar en reversa y salir de ese espeluznante lugar.

-ni lo piense conejito - dijo Francesco y me detuvo con sus brazos.

-pero que diablos!! Por que trajeron a Mathew aquí?- pregunto Paulino desde una esquina y la esperanza volvió a mi, él era bueno según me había dicho Julián.

-no te metas Hermanito- dijo Francesco conmigo aún en sus brazos- esto no tiene que ver nada contigo.

-por Dios es el novio de nuestro hermano- dijo este- como si quiera pueden pensar en hacerle daño.

-pues déjame decirte que si lo pensamos y no precisamente es daño que le haremos, el disfrutará tanto esta noche que gritara por más.

Mi cuerpo comenzó a temblar y rogué al cielo que Julián llegase y detuviese esta barbaridad.

-el no vendrá por ti pequeño, esta muy lejos de aquí y no llegará a tiempo - dijo Salvatore frente a mi.

Tomó mi rostro en sus manos y me beso fuertemente. Trate de apartarlo con mis manos pero Francesco las tenia sujetas. Cerré mis labios fuertemente para que su lengua no tuviera paso.

-abre la boca pequeño conejito- dijo y presiono mis mejillas hasta que logró abrirla y entro su lengua con fuerza, mis lágrimas caían y yo trataba de morder su lengua pero era imposible.

Sentí como era desprendido de mi camisa siendo esta hecha añicos y desde atrás Francesco comenzaba a besar mi espalda y cuello. Salvatore dejo mis labios y bajo a mi cuello y tuve la oportunidad de ver a Paulino y tratar de pedir clemencia.

-Ayúdame por favor- dije con mis ojos inyectados en sangre de tanto llorar. Él solo me observó con lástima y giró su rostro ignorando así mis súplicas.

-él es nuestro hermano, nuestra sagrado, nunca nos traicionaria- dijo  Salvatore y tomó el cinturón de mis pantalones sacándolo, luego puso su mano en el botón y al momento de desabotonarlo me dijo- hoy es nuestra noche - y me los quitó dejándome completamente desnudo, al haber arrastrado los boxers con el pantalón.

Mis temblores aumentaron y mi llanto también, no quiero esto, no quiero pasar por esto de nuevo, no lo soportaría.

Sentí sus manos recorrerme completamente, me sentí sucio, me sentí asqueado, sus caricias se volvieron más profundas y mis llantos más agudos.

-Francesco abrele las piernas- dijo Salvatore y este lo obedecio, separo todo lo posible o lo que yo dejaba que el abriera, ya que ejercía fuerza pero era incapaz de mantenerlas cerradas.

Sentí como los dos tocaban esa área en especifico introduciendo cada uno un dedo en mí ,grite de dolor, de impotencia, de desagrado. El dolor era tan insoportable que mis piernas cedian.

Narra Paulino.

Ver como mis hermanos tocaban sin pudor a Mathew era de una manera perturbadora y excitante. Mi miembro cada vez se encendía más y mis ganas de estar con ellos haciendo todo lo que pasará por mi mente a Mat proseguía. No creía soportar por mucho tiempo el deseo de introducirme en él y formar parte de esta deliberante orgía.

Tengo su selloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora