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Cuando mi alarma para la colegio sonó sólo quería lanzarla contra la pared.

Me levante y me arrastre al baño, me sentía pesado y no tenia idea de porque hasta que me vi reflejado en el espejo del baño. Era yo sin duda pero tenia un smokin puesto.

De verdad pensaba que todo había sido un sueño, que el tal Julián no existía, que no había ningún compromiso y que mis padres no habían sido tan gilipollas para prometerme en matrimonio.

Pero al verme ahora todo de verdad había sucedido. Una lágrima se deslizó por mi rostro y comencé a llorar como si me hubieran arrancado el corazón y literalmente lo hicieron y para rematar le pasaron un tractor por encima.

Me di una ducha y me cambie como habitualmente lo hacía para asistir a clases, estaba en un colegio privado llamado Miami country day school y si vivo en Miami Florida.

Baje la escaleras tipo zombie esperando no encontrarme ni a mi papá y menos a mi mamá, pero como saben no soy la persona con más suerte del mundo.

-Buenos días Mathew - dijo mi madre.

-Buenos días- dije acercándome a la mesa y tomando un pan tostado.

-siéntate a desayunar cariño.

-no puedo voy tarde, nos vemos- dije mientras me daba la vuelta.

-alto hay, dije que te sientes a desayunar cariño, no te preocupes por llegar tarde Julián te llevará hoy al colegio- dijo.

Hize lo que me pidió y me deje caer en la silla, tome un poco de jugó y bebí, casi me ahogo cuando escuché la voz de Julián a mi espalda.

-Buenos días a todos- dijo y luego se dirigió a mi - nos vamos Mathew- yo asentí y soltando un suspiro me levante de la mesa.

Salimos de la casa y nos subimos en un impecable Lamborghni Aventor.

-es necesario tanto lujo para llevarme al colegio?-pregunté recostado en su asiento de cuero.

-tengo el dinero suficiente para comprarme esto y más, así que sí- rodé mis ojos y centre mi vista en la ventana.

Al llegar al colegio todos se quedaban viendo el auto y los entendía si fuera otra persona y no yo la que estuviera dentro de este auto estuviera como ellos.

Respiré hondo antes de disponerme a salir, pero Julián me detuvo y se desmontó a abrirme la puerta, me encogí en el asiento muerto de vergüenza y cuando Julián me había tendido la mano para ayudarme a salir sólo quería que la tierra me tragara de una vez por toda.

-que tengas un buen día, vengo por ti a las 3:15 esta bien- asentí a duras penas. Él inclino su rostro y me beso sin yo poder evitarlo.

Cuando lo vi alejarse en su Lamborghni volví a respirar y tímidamente me acerqué a mi grupo de amigos que me veían desconcertados y esperando una explicación.

-quien diablos era ese bombón- dijo Isabela, yo me sonroje y no supe que responder.

-quien era él y dios que máquina tenía- dijo esta vez Fran.

-el bueno - aclare mi garganta y dije en un susurró- es mi prometido.

-habla más duro, tú que - dijo Eduardo.

-es mi prometido- dije un poco más alto.

-habla alto maldición que no te escucho Mathew- volvió a decir Fran.

-que es mi jodido prometido- dije gritando esta vez, todas las miradas se posaron en nosotros y yo volví a sonrojarme pensando morir.

-tú que????- dijo Isabela.

-mi prometido- dije entre dientes.

-o dios y como se llama?, desde cuando te vas a casar? El tiene un hermano que este así de bueno? Cuando me lo presentaras? Cuando diablos pensabas decirmelo?-  eran la serie de preguntas que me estaban partiendo la cabeza.

-callense joder que me marean-dije fastifiado, Isabela levantó una ceja pidiendo que respondiera a las preguntas- Se llama Julián Ulysseus Valente, me voy a casar desde que me lo propusieron - dije sarcástico e Isabela me asesino con la mirada- no se si tiene hermanos, no se cuando te lo presentare, y te lo estoy diciendo ahora - dije mintiendo en algunas partes y en otras diciendo la verdad.

El día paso siendo uno de los más agotadores que había tenido, con preguntas incesantes que no sabia que responder, con miradas que sentía como puñaladas en mi espalda y teniendo que escapar de él barullo de personas que se armaba a mi alrededor.

Cuando Julián llegó sólo quería tirarlo en medio de la calle y pasar su lujoso automóvil por encima de él y darle reversa. Me mantuve callado todo el camino recostando mi cabeza en la ventana y pensando por que diablos me pasaban este tipo de gilipolladas sólo a mi.

Llegamos y me desmonte entrando directo a casa sin esperarlo, cuando iba a pisar el primer escalón para subir su mano me detuvo.

-a dónde vas?

- a mi cuarto a donde más- dije cortante.

-esta bien, te acompañó.

-no necesito de tu compañía-dije.

-pues yo quiero dartela- dijo mientras que me arrastraba por las escaleras, al momento de entrar al cuarto me soltó y se dirigió a un sillón que había serca de un ventanal frente a la cama.

Fastidiado abrí un cajón y saque unos pantalones de ejercicio y una franela, también tome unos boxers y me adentré al baño, me saque toda la ropa y me metí bajo la ducha. Sentía mi cuerpo relajándose cuando las gotas de agua tibia rozaban todas mis estremidades.

No me di cuenta cuando la puerta fue abierta y en ella entraba Julián completamente desnudó. Espantado y sonrojado me cubrí mis parte y me recoste en la esquina de la ducha.

-que diablos haces aquí - dije avergonzado.

-no es obvio voy a tomar una ducha- dijo mientras entraba a donde estaba y se aproximaba a mi.

-pero por que en este preciso instante no ves que estoy yo aquí.

-por algo entre a hora no crees- dijo guiñandome un ojo y haciendo que mi rostro se volviese más rojo de lo que ya se encontraba.

-por favor sal - dije con voz temblorosa.

-no lo haré - dijo y me acorraló más. Yo baje la vista pero me tope con su cuerpo desnudo y excitado así que más que avergonzado gire mi rostro a la izquierda aún cubriendo mis partes.

-no tengas vergüenza, eres hermoso- dijo mientras acariciaba mi piel y yo me estremecía.

El giro mi cuerpo colocandome de cara a la pared y yo comencé a temblar del miedo. El acarició mi espalda con sus manos untadas en Jabón y recorría cada rincón de ella. Acarició mi trasero y paso su dedo por mi apertura yo me trage un sollozo muerto del miedo y el separo mis cachetes pasando un dedo por todo mi ano, sin darme cuenta solté un sollozo y lágrimas caían siendo cubiertas por el agua de la ducha.

Tengo su selloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora