19

2.3K 175 25
                                    

Y más que un ser infinito, era un ser iracundo lleno de maldad y desgracias, el traía guerra donde hubo paz y tragedia donde no hubo maldad, el era un error y yo cedí a él
                 By Kelly Ami Gómez

Mi cuerpo dolía, trataba de poder estirarme pero era incapaz de realizar un movimiento sin sentirme morir. Abrí mis ojos lentamente y solo veía la penumbra de una habitación, gire mi rostro y observé tres parejas de ojos brillar en la oscuridad y el miedo regreso a mi.

Ellos, esos tres desgraciados y espeluznantes hombres que hicieron de mi cuerpo un atrofiado objeto me observaban sin ningún pudor y sin rastros de arrepentimiento.

-despertaste conejito dormiste por más de ocho horas, es hora de regresar a casa- dijo Francesco mientras se acercaba a mi, trate todo lo posible de alejarme de él recostando mi maltrecho cuerpo en el sillón.

Pensé que todo era un señor que ellos no fueron capaces de hacer tal atrocidad, pero fue verdad ellos eran demonios eran hijos de diablo capaz de hacer todo por su satisfacción.

-levántate pequeño o acaso quieres que volvamos a tocar tu hermoso cuerpo- dijo Salvatore y me levante como un resorte ocasionando que mis piernas flaquearan pero me pude mantener en pié y los vi con repugnancia tratando de cubrir mi destruido ser. Me envolví en la sábana que me habían puesto en la noche.

-toma ponte esta camiseta- me tendió una Paulino.

-prefiero esta sábana- dije bajando la mirada, no quería ver a ninguno de ellos me sentía desprotegido con la única tela que me cubría, pero prefería eso a lo que ellos me querían dar.

-ven nos vamos- dijo Salvatore.

-no yo con ustedes no voy a ningún lugar, yo puedo solo - dije retirandome del agarre que Salvatore ejercía en mi.

-como que te irás solo, deja la estupidez y vamos- dijo esta vez Francesco e hize el mismo gesto que con Salvatore.

-eh dicho que con ustedes no voy a ningún lugar, me dan asco, pavor, desagrado, no quiero seguir en contacto con ustedes, me voy sólo y ninguno de ustedes me lo impedirá- dije.

-has lo que quieras ya obtuve de ti lo que quería - dijo uno de los hermanos y lanzo mi mochila. Atrape esta con una mano y me giré y con pasó lento salí de ese lugar.

Camine por una calle sin asfaltar que había frente a la cabaña para ver si salía a una carretera. Busque en mi bulto algún rastro de mi celular y luego de mucho tanteo lo encontré envuelto en lo que quedaba de mi ropa. Me sujete bien la sábana blanca, que había perdido su color por mi sangre y por la tierra que se llevaba en el camino. Busque en mis contactos y llame.

Llamada telefónica.

-bueno - dijo la voz de Ángel desde la otra línea- Mati eres tu.

-hola Ángel, si soy yo- dije con la voz rota, y tratando de aguantar las lágrimas.

-que pasa Mati te escuchas raro- dijo él.

-necesito que vengas por mi- dije y gire mi rostro, el lugar seguía vacío y me dolían los pies de caminar.

-claro donde estas-dijo.

-no lo se, busca mi numero con el Gps, trata de no tardar por favor.

-esta bien, no te muevas de donde estas.

Fin de la llamada.

Colge la llamada y me recoste en uno de los tantos árboles que habían hay, revise mis llamadas y tenia varias de mis padres, al igual que de las chicas y tenia 45 llamadas perdidas de Julián y 26 mensajes, todos preguntando que donde estaba.

Respiré hondo y una lágrima se deslizó de mis ojos, pero la detuve a mitad de paso, no lloraría por esto, Tenia que ser fuerte.

Varias horas después el Camaro de Ángel se detuvo a mi lado.

-Mathew pero que diablos!!- dijo y me ayudo a levantar, seguro tenía un aspecto que daba miedo. Se desprendió de su chaqueta y me la colocó en los hombros- que te paso Mati.

-sacame de aquí por favor - dije en un susurró y el me tomó en brazos llevándome al asiento del copiloto, me dejo hay y se subió de su lado correspondiente.

-me dirás que te paso- dijo varios minutos después.

-cuando lleguemos a tu departamento, por favor - dije y solté un sollozo - Ashley esta en tu casa?.

-no te preocupes la llamare y le diré que salga por unas horas apenas son las 10 de la mañana, el departamento estará sólo- yo asentí y apoye mi frente en la ventana cerrando los ojos, en el camino nos mantuvimos en silencio y yo solo pensaba que haría Julián si se enterara.

-llegamos Mati - dijo la voz de Ángel y me desperte de mi breve sueño, estábamos en el parqueo de su edificio- ven ponte este pantalón - dijo y me ayudo a poner un pantalón de deporte que tenía hay.

Me tomó en sus brazos y nos adentramos al edificio, deje que me llevará sin poner obstáculos ya que no sería capaz de llegar a caminar ni un metro sin caer.

Cuando entramos a su departamento estaba vacio como el había dicho, me llevo a su cuarto y me depósito en la cama.

-quien te hizo esto Mati - dijo él acariciando mi cabello, yo lo mire a sus hermosos ojos azules y rompí en llanto, sentí mi corazón quebrantarse un poco mas de lo que ya se encontraba- Nunca te había visto quebrarte de esta manera pequeño.

-Nunca nadie me había roto tanto- dije sollozando fuerte y abrazandome más a él.

-déjame ver tu cuerpo esta bien?- asentí, aunque supiera que estaba hecho un completo asco.

Él me desprendió de su chaqueta y pantalones, quedando desnudo a su vista. Mis manos mostraban dedos gravados y mi lado derecho en las caderas estaba morado por el golpe que me propinó Paulino, así también debía estar mi rostro, mis muslos estaban llenos de sangre y semen seco y sentí asco de mi mismo.

Él me vio a los ojos y pidió permiso para abrirme las piernas, yo asentí y él las abrió, observó el estado en el que se encontraba mi ano y se paró, lo vi desaparecer al baño y volví a cerrar  mis piernas, el regreso con un paño húmedo y un botiquín de primeros auxilios, agradecía que el estuviese en su segundo año de medicina, se había graduado a los 16 como el mejor en su clase.

Lo observé limpiarme y curarme, cuando llegó el turno de mi ano, lo limpio superficial y luego se puso unos guantes, me inspeccionó con sus dedos y dijo.

-Mati necesitas sutura, quieres que te lleve a un hospital o prefieres que lo haga yo aquí- pregunto.

-tu, no quiero ir a un hospital por favor- el asintió y preparó un hilo con aguja, me hizo recostar en su cama y me inyectó algo alrededor de mi ano que hizo que me quejará - es anestesia- dijo y yo asentí, cubrí mi rostro y espere pacientemente a que terminara con todo eso.

Varios minutos y lágrimas después el se detuvo.

-termine pequeño- dijo y guardo todo, se lavo las manos y regreso a mi, sentandose a mi lado- quien te hizo esto pequeño.

Pensé en ellos y temble.

-los.los hermanos de Julián- dije temblando.

-él lo sabe?- pregunto y negué- como ellos fueron capaces de hacerte eso - dijo apretando sus puños y maldiciendo. Lo observé con ojos de suplica para que se calmará- no me veas así Mathew los voy a matar joder que los mató- dijo y tiro una lámpara contra la pared.

Solté un sollozo y él se giró se acercó a mí y me abrazo.

-lo siento pequeño - dijo y beso mi frente - estoy aquí. Llamarás a Julián y le avisaras?- medite un momento sobre eso y en ese momento la puerta sonó, produciendo un inevitable temblor en mi.

Tengo su selloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora