Hola mis pervertid@s precioso@s de ante mano digo si hay sangrado nasal no es mi culpa.
Sus caricias seguían y yo me deleitaba con todo lo que me decía al oído. Estaba tratando de parar aquellos gemidos inapropiados que salían por mi cavidad bucal.
-dios Mat eres tan hermoso- dijo deslizando un dedo por toda mi espalda y con un autoreflejo la encorve- no lo soporto más - dijo y con sus dos manos separo mis nalgas y posicionó uno de sus dedos en mi aún convaleciente apertura. Me asuste, no quería volver a sentir tanto dolor como la última vez- seré delicado te lo prometo- dijo y beso mi lóbulo de la oreja.
Sentí uno de sus dedos deslizarse en mi interior y un ronco gemido se escapó de mis labios. Él sacaba y entraba su dedo en mi, mientras que inclinaba mi cabeza para succionar mi cuello.
Sentí un segundo dedo entrar y como el aceleraba el movimiento de su experta mano. Gemía y gemía lo único que se escuchaba en mi cuarto eras mis gritos de placer y no encontraba explicación a que mis padres no me hubiesen enviado a callar.
Sentí como Julián sacaba sus dedos de dentro de mi e iba a protestar, hasta que sentí la cabeza de su miembro y como lo deslizó dentro de mi despacio. Una punzada de dolor recorrió mi espalda baja y en un momento Julián detuvo su intromisión.
Cuando deje de sentirme invadido de una manera tan extraña comencé yo a mover mis caderas y el entendió esta señal. Sus embestidas comenzaron lentas me subía y bajaba a su antojo sobre su miembro.
Apoye mi cabeza en su cuello y aspire una gran bocanada de aire cuando sentí su mano envolver mi erección, esto era pecaminoso era inapropiado, pero demasiado bueno.
Hubo un momento en que sus caderas pararon de moverse y sentí como salía de mí, me encontraba en un estado de excitación tan grande que sin dudar ahora me pondría a llorar por la sensación de vacío que envargaba mi ano. Pero eso no se detuvo hay Julián me tomó de las caderas y me dio la vuelta colocando mi cara frente al colchón, sentí como puso una almohada bajo mis caderas para así elevar mi trasero y como su impaciente erección igresaba agilmente en mí.
Escuché un jadeo profundo y ronco salir de su boca y la excitación en mi llegó a mil. Era yo quien movía mis caderas para que él entrará más profundo en mí. Sus embestidas aumentaron y yo gritaba por más y más y mucho más.
Su pecho se presionó en mi espalda y sus dientes mordieron mi oreja y su lengua lamió mi lóbulo. Yo incliné mi cabeza mientras con una mano guiaba su cabeza a mi cuello. Sentí como el tocaba mi punto G y grite tan alto que podía jurar que los cuadros temblaban. Una sensación de calor en forma eléctrica se situó en mi vientre bajo y estalle, estalle de placer llegando al orgasmo con el aún embistiendo en mi.
Deje caer mi cabeza en la almohada mientras mi orgasmo se prolongaba por sus estocadas euforicas y fue en ese momento que sentí un líquido caliente llenarme y el caer agotado en mi.
Nos mantuvimos unos segundos así y una inconciente sonrisa se situó en mis labios, puede que luego me arrepentiré de lo que a pasado pero en este momento no es así. Él se levantó de la cama y se encaminó al baño yo por el contrario gire mi cuerpo y quede con la vista en el techo.
-sabes lo hermoso que te vez así- dijo Julián y me apoye en mis codos para verlo, él estaba apoyado en el marco de la puerta con una toalla en su mano y una deslumbrante sonrisa en sus labios.
Él se acercó a mí y me dio un beso en los labios, él era perfecto.
-no más que tú - dijo y supe que había escuchado mis pensamientos, le saque la lengua y reí.
La toalla que tenía en la mano la utilizó para limpiar mi cuerpo de una manera delicada, la concentración que demostraban sus ojos me resultaba graciosa. Cuando se detuvo y me encontró observándolo, me regalo esa sonrisa perturbadora que siempre tenía y esta vez ningún escalofrío me recorría y temí que esa sonrisa perturbada guardará oscuras maravillas.
Cuando él término de limpiarse también, se sentó a mi lado y acarició suavemente mi rostro, inevitablemente cerré los ojos y Suspire.
-eres hermoso Mathew- dijo besando mis labios y acostándose junto a mi, atrajo mi cuerpo a él y colocó mi cabeza en su pecho. Sentía sus suaves caricias recorrer mi espalda y poco a poco me fui quedando dormido.
Esa noche soñé con Julián con su hermoso ser dentro de mi y como él me decía cuán importante era yo para él.
Al momento de despertar él estaba aún dormido a mi lado, su rosto pacífico interrumpido por algunos mechones rebeldes. Sus labios rosados suavemente abiertos y su mano entrelazada a la mía.
-no puedo creer que tan temprano tu mente exprese tantas palabras- dijo y abrió lentamente sus orbes negros. Yo inevitablemente me sonroje y él sonrió queriendo besar mis labios, pero lo detuve- que pasa- dijo y frunció su ceño.
-aún no me e cepillado- respondí vergonzoso y su sonrisa volvió a surcar su hermoso rostro.
-tus labios y lengua sabrán deliciosas siempre para mi - dijo y mi cara se torno tan roja como una manzana recién arrancada de un árbol. Él acercó su rostro a mi y lo deje besarme.
Unos minutos después cuando él se "canso" de darme mimos, nos levantamos de la cama y entramos al baño. Por insistencia de él nos dimos una ducha juntos.
-Julián mira lo que le hiciste a mi cuello- dije cuándo luego de terminar de ducharme me había aproximado al espejo y había visto mi cuello completamente morado de chupones que él había hecho la noche anterior.
-te quedan maravillosos- dijo atrás de mi y yo lo mire enojado, pero ese enojo desapareció cuando sentí sus labios recorrer mi cuello - bajemos a desayunar sí, ya es tarde- yo asentí y termine de colocarme el uniforme del colegio con un suéter de cuello alto negro encima.
Baje las escaleras hacia la cocina con Julián agarrando mi mano, cuando llegamos al comedor Mamá y papá hablaban con tres hombres que para mi eran desconocidos pero que hicieron a Julián tensar su cuerpo.
Quiénes eran ellos?...
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Tengo su sello
FantasyMi vida cambio de la noche a la mañana, nunca pensé que una decisión de mis padres pudiese "perjudicarme". Él era un cambio a mi estilo de vida, su oscuridad, su forma de ser, su indudable forma de vida. Mi muerte. Como una marca de nacimiento pudie...