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Wanda's pov.

La mañana comenzó oscura, fría y nublada, como hace mucho no la sentía. Preparé mi café y lo tomé sentada junto a la ventana, admirando el cielo y las nubes grices llenado un detrás de otra, sin ningún rastro de sol o luz clara.

Abrí una ventana para que entrara el aire que la azotaba, rápidamente la casa se lleno de una corriente fría y liberadora, pronto tendré que cerrarla o me congelaré, pero quiero aprovechar este tiempo antes de que comience a llover.

Me pregunto cómo está Natasha, tomando en cuenta de que está en una tienda, no se que tan grande en medio del bosque justo antes de una tormenta, no creo que haya sido su mejor idea pero admito que la dejé sin muchos recursos. Como sea yo no tenía planeado estar pensando estas cosas, pero ya que estoy en estas puedo dedicar un par de minutos al día en mirar a los árboles y pensar en su comodidad.

Me levanté y tomé mi computadora, sigo averiguando vuelos a Europa, no tiene que ser pronto, sólo quiero disfrutar el recorrido mientras llego a mi destino elegido, o bueno, hasta que encuentre a donde debo llegar, tengo algunas pistas, y es la carta de Sebastian, con eso tengo suficiente.

Encontré algunos vuelos a Alemania, no están tan caros, y aún así debo encontrar otra manera de ganar un poco más de dinero, tal vez dure un mes más acá, es lindo y un buen lugar para pensar, el pueblo queda cerca y puedo ahorrar un poco mientras hago algún trabajo, las personas comienzan a conocerme, conocerme por quien soy, no saben de donde vengo ni que he hecho, sólo les queda juzgarme por lo que conocen y eso es muy alentador.

Sin darme cuenta las gotas habían comenzado a caer con fuerza, entrando por la ventana y haciendo un charco en el suelo, corrí hacia ella y la cerré, los árboles se movían sin parar y el horizonte había desaparecido en la neblina, sonreí y camine hacia mi cuarto por una manta, es un momento perfecto para quedarme y ver alguna película bajo la cubierta de la tormenta.

Me detuve antes de sentarme, cubrirme y perderme entre las horas y los minutos.

Mire hacia afuera, me puse unas botas, tomé un paraguas y salí.

El frío recorrió mis huesos casi al instante, y sentía las gotas caer en el paraguas y en mis pies, mojar un poco mis piernas por la brisa que las hace chocar contra la mitad de mi cuerpo.

Camine entre los árboles, haciendo un esfuerzo por ver por donde piso, de ves en cuando mis pies se hundían en el barro pero aún así no me importó.

Unos minutos después llegue a un lugar donde a lo lejos vi una tienda no muy grande de color amarillo que se pudo haber distinguido a kilómetros, sobre ella una rama había caído y rasgó parte del techo de ella dejando paso al agua para que la inundara.

Me acerqué y golpee la parte delantera, en segundos Natasha abrió con su cabello mojado y su ropa de la misma manera dejando ver su intento de detener el agua y cubrir al pequeño animal que tenía en una caja empapada.

—vecina, dichosos los ojos que te ven— murmuró con los ojos medió cerrados tratando de evitar que las gotas entraran a ellos.

—¿cómo va todo por aquí?— pregunté señalando hacia adentro.

—de maravilla, es una aventura más con colitas.

—¿colitas?

—así se llama, le gusta ¿verdad?— preguntó mirando a la ardilla, estaba a una esquina de la caja mirando con atención como intentaban salvarla.

Red Silence - ScarletWidowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora