Two Faces (Evan Peters Y Kai Anderson)

1- Trato

-Estas seguro de esto Evan?

-No... Pero debo hacerlo.

Winter y Evan estaban sentados en el lobby del restaurante más lujoso de la ciudad. Su padre, Tony Anderson lo había citado para hablar.
Los asientos eran de felpa roja decorado con seda, cualquier otra persona estaría a gusto ahí, pero Evan no.
No sabía lo que su padre quería.
No sé habían visto en 10 años, desde que enloqueció e incendio la casa.

Winter le tomó la mano para reconfortarlo.
-Tranquilo Evan, estoy segura que no es nada malo.

El joven sonrió.
La verdad no esperaba nada. Su padre lo abandonó a su suerte, si no fuese por su madre, Anna, quien le entregaba una mensualidad, estaría vagando por las calles, pero ahora que su padre sería un político importante, se esperaba cualquier cosa.

Un hombre de aspecto serio, abrió la puerta.
-Adelante.

Evan miró a su hermana y suspiró.
Ambos se levantaron y tomados de la mano e ingresaron a la sala vip.

Dentro, estaba su padre, un hombre de canas prominentes, con una pequeña quemadura en la mejilla, causada por su hijo. A su lado, estaba Anna, una mujer hermosa y elegante, que irradiaba alegría y comprensión.
-Gracias Edgard.

Le dijo al hombre de la puerta, quien se quedó ahí parado cuidando que nadie entre o salga.
Anna, se levantó de su asiento y con los brazos extendidos se acercó a Evan.
-Hijo ...
Le envolvió en un abrazo fraterno, uno que no tenía desde hace un año. Un año sin ver a su madre.

Evan la abrazó de igual forma.
-Hola mamá.

Winter estaba con los ojos cristalizados. Había implorando a su padre está reunión tantos años y por fin se dió.
-Todos te extrañamos hermano.

Evan lo dudó.
-No creo que todos.

Dijo mirando a Tony.
Este, rodeó los ojos.
-Sientate.

El chico asintió y se sentó al lado de él.
Evan se secó las manos, le sudaban por los nervios.
-Para qué me llamaste?

Tony lo miró fijo, de arriba a abajo, escaneandolo. Tomó la copa de vino y bebió un sorbo.
-Eres Evan?

-Papá!

Reclamó Winter, pero Evan sonrió.
-Si... Si no, estaría clavandote un cuchillo.

Está broma no le sentó nada bien a las dos mujeres, pero a Tony sí.
-Tienes razón... Cómo haz estado?

Evan cruzó sus dedos tratando de calmar los nervios. Igor por su parte, le sirvió un plato de sopa a cada uno.
-Bien... Bastante bien la verdad...

Tony apretó los labios.
-Y Kai?

Evan bajó la mirada.
-He podido controlarlo, pero cuando estoy a mucha presión...

Todos quedaron en silencio. Era obvio que Kai no se había marchado en esa década.
-Entiendo.

Tony bebio de su sopa y Evan le siguió.
Anna los admiraba.
-Estuvimos conversando con tu padre sobre tu salud, nos preocupa que tengas recaídas, ya sabes... Por la carrera de tu padre, no es conveniente.

Evan suspiró y se dirigió a su padre.
-Es eso? Te da miedo que haga un escándalo?

Tony terminó su comida, se limpió con una servilleta y asintió.
-Asi es. Evan. Soy candidato presidencial, necesito manteneri imagen y la de esta familia limpia, entiendes?

Evan sintió el pulso acelerar, escuchaba los latidos en sus oídos.
Apretó los puños para tranquilizarse.
-Me vas a enviar a alguna parte o me vas a encerrar?

Winter notó que la respiración de su hermano no era normal. Le tomó el hombro y le dijo con mucha calma.
-Evan, tranquilo.

El chico la miró, supo que debía controlarse y se reclinó en el asiento, cerrando los ojos.
-Disculpa.

Tony hizo una seña a Édgar y este sacó de un maletín, un documento.
-Evan, no te voy a enviar a ninguna parte ni tampoco a encerrar. Podrás ser uno más de nosostros si cumples con una condición.

Evan miró el papel, era un contrato.
-Podras estar a cargo de la empresa de alimentos, se te entregará una casa y un auto, además de total control de los almacenes, pero debes ir al psiquiátrico para que ellos vean el tratamiento y seguirlo por el tiempo qje ellos estimen.

Winter golpeó la mesa.
-Papá eso no es justo!

Anna miró a su hijo con compasión.
-Evan, es lo mejor.

Evan miró el documento, su madre tenía razón, tendría un trabajo y además estaría en tratamiento.
Sin dudarlo aceptó.
-Si. Lo haré.