Two Faces (Evan Peters Y Kai Anderson)

40 - Celebracion

Dos semanas habían pasado, dos semanas en las que Evan había aprendido a vivir con la certeza de que Bell ya no era suya. A pesar de la resistencia de Kai, había buscado consuelo en Blair, pero cada encuentro solo servía para recordarle la ausencia de Bell.

La felicidad de Blair era palpable, las discusiones habían cesado, pero el destino aún guardaba una carta bajo la manga.

En la empresa de su padre, durante una campaña presidencial de Tony, Evan se encontró de nuevo con Bell. Anna y Winter se sentaron a la derecha de Tony, mientras Evan y Blair ocupaban el lado izquierdo.

— Recuerden, todo debe ser sonrisas, la prensa tiene en el ojo del huracán a tu padre —recordó Anna.

— Bien —respondió Evan, asintiendo.

Mientras la cena transcurría, Bell vigilaba desde afuera, alertando a Tony sobre los paparazzi.

— Bell ha contado cuatro ya. Nos están sacando fotos como locos, esto será maravilloso —comentó Tony, disfrutando del momento.

Evan, al saber que Bell estaba cerca, sintió una emoción contenida. Ella entró en busca de agua, y al darse cuenta de que sus medicamentos se habían acabado, una sombra cruzó su rostro.

— ¿Qué pasa, Bell? —preguntó Tony, preocupado.

— No es nada —respondió ella, intentando disimular.

— ¿Qué ocurre? —insistió Tony, siguiéndola hasta la puerta.

Bell miró hacia la familia, sus ojos encontrándose con los de Evan, que la observaba discretamente.

— Me he quedado sin pastillas... no sé cómo, pero se me acabaron —confesó.

Tony asintió y sacó su teléfono.
— Llamaré a Nick, él sabrá qué hacer.

Mientras Bell esperaba, sus miradas se entrelazaron de nuevo, un silencio lleno de recuerdos y emociones no expresadas.

— Nick vendrá en más o menos una hora —anunció Tony.

Bell se sorprendió.
— ¿Va a venir? Pero...

— Tranquila, quiere hablar conmigo y con Gustab. Aprovechará el viaje.

Bell esbozó una sonrisa, pero fue interrumpida por Blair, que se levantó con una copa en la mano.

— Familia, aprovechando que estamos todos aquí, debo decirles algo —dijo Blair, con una sonrisa triunfal.

Bell se quedó inmóvil, observando la escena. Blair miró a Bell y anunció:
— Estoy embarazada.

El anuncio cayó como un manto de piedras. Evan, significaba el fin de cualquier esperanza de reavivar su amor por Bell. La noticia del embarazo de Blair era un recordatorio de que sus caminos ahora estaban irrevocablemente separados.

Todos felicitaron a Blair, mientras que Evan pedía con la mirada el perdón de Bell, ella simplemente le dió una sonrisa comprensiva, una sonrisa de despedida.
Después de todos los abrazos, Tony propuso el brindis y el joven aprovecho esto para acercarse a Bell, quien aún estaba vigilando a los periodistas.
— Bell...

La chica giró hacia él.
— Evan, me alegra que vayas a ser padre.

Lo dijo con tal sinceridad que le dolió.
— Yo... Yo no sé... Yo, te fallé.

Bell apretó los labios evitando que se le escapase un llanto.
— No Evan, por fin vas a ser feliz.

Dicho esto volvió a su labor y Evan con el corazón destrozado se unió a la celebración.