Evan se encontraba solo en el patio, sumido en sus pensamientos. La brisa fresca de la tarde no lograba disipar la pesadez que sentía en su corazón. La imagen de Bell y su padre aparecía una y otra vez en su mente, como un bucle sin fin. ¿Era posible que existiera algo más entre ellos?
— No... Bell, ella... No — murmuró para sí, intentando convencerse.
Blair emergió de las sombras de la casa, su presencia era como un faro en la oscuridad.
— ¿Qué pasa con ella ahora? — inquirió con una voz que destilaba sospecha.Evan giró, su rostro era un lienzo de sorpresa y miedo.
— Nada — respondió con sequedad.Blair levantó una ceja, su curiosidad despertada por la tensión en la voz de Evan.
— ¿Te intriga la relación que tiene con tu padre?El joven sintió cómo su mandíbula se tensaba involuntariamente.
— ¿Relación? — replicó, su voz temblorosa traicionaba su intento de parecer indiferente.— Por favor, Evan. He visto cómo la miras, y cómo ella permite tus caricias. No me sorprendería si fuera tu amante — dijo Blair, su tono era una mezcla de acusación y desdén.
Evan, impulsado por un arrebato de ira, la tomó del cuello, cortando su respiración.
Blair luchó contra el agarre de su esposo, el terror pintado en su rostro.
— ¡No hables así de ella, entendiste!— gruñó Evan con una ferocidad que no le conocía.Con un gesto de sumisión, Blair asintió, y Evan la liberó. Mientras ella recuperaba el aliento, una sonrisa maliciosa se dibujó en sus labios.
— ¿Crees que no puede ser posible? — preguntó con voz entrecortada — Tony tiene sus encantos, además de dinero y poder.— No es como tú — le recordó Evan, su voz era un susurro cargado de advertencia. Blair acarició su cuello, intentando aliviar el dolor del agarre.
— ¿Cómo lo supiste? — preguntó ella, su tono era una mezcla de desafío y curiosidad.
Evan la miró, confundido.
— ¿El qué?Blair, ya recuperada, le reveló.
— Si me hubieras ahorcado con más fuerza, habría pensado que eras Kai. Él no se contiene... Por eso quiero saber, ¿cómo descubriste lo que pasó entre tu padre y yo?Evan pasó una mano por su cabello desordenado.
— Kai me lo mostró — confesó con una voz que apenas era un susurro.Blair, sorprendida y a la vez intrigada, presionó.
— Entiendo. Kai te puede mostrar lo que sucede cuando no estás presente... Es fascinante. Me gustaría que me hablaras más de él.Evan la observó, era evidente que ella buscaba acercarse a Kai, esperando que él se enamorara de ella. Pero no iba a ser tan fácil.
Justo cuando estaba a punto de responder, el teléfono de Evan vibró en su bolsillo. Era Nick.
— ¿Sí? — contestó Evan, su voz era un hilo de tensión.— Evan, es Nick. Necesitas venir al hospital de inmediato para em... hacer tu ficha clínica. Es, am ... urgente — la voz de Nick era firme y no admitía réplicas.
Evan dudó por un instante, la idea de ir al hospital y enfrentarse a la realidad de su situación lo llenaba de ansiedad.
— No sé si... — comenzó a decir, pero la insistencia en la voz de Nick lo interrumpió.— No hay tiempo para dudas, Evan. Es importante — insistió Nick.
Con un suspiro resignado, Evan asintió, aunque solo fuera un gesto invisible a través del teléfono.
— Está bien, iré — accedió finalmente, colgando el teléfono con una sensación de inevitabilidad.Colgó y sin mirar siquiera a Blair, se fue.
...
...
...
Evan atravesó las puertas automáticas del hospital, el olor a antiséptico y la blancura de las paredes le golpearon los sentidos. Caminó por el pasillo, sus pasos resonaban con un eco que parecía marcar el ritmo de su ansiedad. Al final del corredor, Nick lo esperaba, su figura se recortaba contra la luz que emanaba de su oficina.
— ¿Está todo bien, Nick? — preguntó Evan, notando el matiz de nerviosismo en la postura de su amigo.
Nick evitó su mirada, un claro indicio de que algo andaba mal.
— Ven a mi oficina, necesitamos hablar — dijo con urgencia, pero su voz se quebró al final.Antes de que pudieran moverse, Evan divisó a Oliver sentado en el suelo, su sweater manchado con lo que parecía ser sangre. La visión lo paralizó momentáneamente.
— ¿Qué pasó aquí, Nick? — su voz era un susurro cargado de temor.Nick permaneció en silencio, incapaz de formular una respuesta. Fue entonces cuando la voz de Kai resonó en la mente de Evan, fría y calculadora.
"Bell"Evan sintió cómo la ira se apoderaba de él, un fuego que consumía cualquier rastro de racionalidad. Se abalanzó sobre Oliver, sus manos encontraron el cuello del joven con una facilidad perturbadora.
— ¿Qué le hiciste a ella? — rugió, cada palabra era un golpe, una demanda de verdad.Oliver alzó la vista, sus ojos reflejaban un torbellino de miedo y desconcierto.
— Yo no hice nada... Ella...Evan liberó a Oliver, su pecho subía y bajaba con cada respiración agitada.
— ¿Ella qué, pedazo de mierda?Nick intervino, su mano en el brazo de Evan era un ancla.
— No ha hecho nada malo, Evan. Oliver intentó ayudar.Evan, aunque reticente, soltó al hombre.
— ¿Van a decirme qué ocurrió?Oliver, reuniendo su fuerza, habló con dificultad.
— La llamé para hablar del divorcio, quería convencerla de que no siguiera adelante, pero ella no quiso escuchar...La ansiedad de Evan crecía como una tormenta.
— ¿Qué demonios pasó?Nick, viendo la incapacidad de su hijo para procesar la situación, reveló la cruda verdad.
— Bell fue atropellada por una camioneta. Desconocemos su estado, pero según Oliver, recibió un golpe fuerte en la cabeza, muy grave.Evan y Kai, en un raro momento de unión, patearon la pared con furia. Por primera vez, sus emociones se alineaban y el cuerpo respondía a ambos.
— ¿Cómo pudo suceder? ¿Cómo diablos permitiste que pasara?Las voces de ambos resonaban en el aire, sin necesidad de explicaciones. Kai y Evan estaban presentes, pero la situación se tornó aún más caótica cuando una voz se escuchó al otro lado del pasillo.
— Escuchen, hagan lo que sea necesario para salvarla. Si es preciso traer al mejor médico del continente, háganlo, yo correré con los gastos. Ella es lo más valioso que tengo.Evan giró, su corazón latiendo frenéticamente, era Tony. Tony estaba allí, luchando por Bell. Pero su lucha no era la de un simple patrón por su empleada; la preocupación que mostraba iba más allá de la amistad... Era evidente, Tony, su propio padre, estaba enamorado de Bell.
El pasillo del hospital se llenó de un silencio tenso, solo interrumpido por el eco de las suplicas de Tony por salvar a Bell.
Evan se quedó inmóvil, su mente hizo una tormenta de emociones. ¿Qué significaba esto para Bell? ¿Y para él?
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Two Faces (Evan Peters Y Kai Anderson)
RomantizmEvan, un joven de 28 años, se enfrenta a la complejidad de su existencia marcada por un trastorno disociativo de identidad. Conocido por sus dos identidades, Evan y Kai, su vida toma un giro inesperado cuando su padre le impone una condición: somete...