8- Empresa

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Al día siguiente, Bell evitó a toda costa hablar sobre lo que pasó con Meadow, hasta que el chico apareció.

Bell no estaba segura cómo funcionaba el trastorno de Evan.
En algunos casos, la otra personalidad se iba al día siguiente, en otras, desaparecía semanas después.
Por esto, cuando lo vió, le preguntó con cautela.
-Evan?

El chico asintió, tocándose la cabeza por el golpe al desmayarse.
-Bell... Que pasó anoche?

Bell se encogió de hombros.
-Creo que te desmayaste... Te encontré en la acera.

Evan frunció el seño.
-Estaba solo?

Ella apretó los labios.
-Si.

Mintió, pero Evan le creyó. Ademas no quería decirle que su esposo había ido a la casa.
Suspiró aliviado de que Kai no haya aparecido.

-Bien... Hoy debo ir a la empresa.

-Te acompaño, dijo Bell rápidamente.

Evan se relamio los labios, seguía observando el rostro de la joven, le parecía perfecto, sus ojos eran hermosos, su nariz, perfecta y sus labios... Al ver sus labios sintió una necesidad inmensa de probarlos, pero tenía el pres de que ya los había sentido.
Sus manos empezaron a transpirar, ademas sentía calor en la espalda.
-No quiero que me acompañes porque debes hacerlo, si no porque quieres. No me gusta obligar a las personas.

La joven sonrió.
-Si, quiero ir, además quiero conocerte mejor.

Bell puso su atención en él y este, La miró incrédulo.
-Quieres conocerme?

Bell frunció el seño, preocupada, sin embargo Evan tenía exactamente la misma expresión cuando le dijo lo mismo a Kai.
-Evan... Desde cuándo te sientes así? Solo?

El joven tragó saliva, nervioso, era una pregunta bastante directa.
Pensó por un momento y respondió.
-Yo... No lo recuerdo bien, pero fue hace mucho.

Bell se inclinó hacia él.
-Una de las cosas buenas de que esté aquí, es que ya no estarás solo, seré como un parásito siguiéndote a todas partes.

Evan se sonrojo solo pensar estar al lado de ella cada día y noche. Su corazón se acelero, se tomó el pecho, preocupado de que Kai apareciera.

Meadow aparecío con dos tazas de café.
-Les traje esto, supongo que van a comer en otra parte, pero deben ir con algo en el estómago.

Evan tomó una de las tazas y Bell hizo lo mismo, en ese momento, vio la mano de la joven, la cual estaba vendada.
-Que te paso?

Bell y Meadow se miraron, cómplices.
-La señorita se resintió la mano al ayudarme moverlo hasta su cuarto cuando se desmayó. No podíamos dejarlo fuera con la lluvia.

Bell asintió rápidamente.
-Si ... Eso mismo.

Evan les creyó.
-Perdon. No sé lo que me pasó.

Ambos bebieron su café en silencio.
Después emprendieron camino a la empresa.
...
...
...

En el corazón de la ciudad, donde los rascacielos acarician las nubes y el bullicio se mezcla con el aroma del progreso, se alza la oficina ejecutiva de la familia Anderson, una empresa de alimentos que ha saboreado el éxito con la misma devoción con la que sus chefs sazonan sus creaciones.

Evan, encontraba frente a la imponente fachada de la empresa que su padre le había legado. Bell, estaba a su lado, ella era sin duda, una presencia constante y tranquilizadora.

-Hoy es un gran día, ¿no lo crees? -dijo Bell, con una sonrisa que iluminaba más que el propio amanecer.

Evan asintió, aunque en su interior, Kai también compartía ese sentimiento. Era extraño cómo ambas personalidades podían coincidir en algo, pero Bell tenía ese efecto en ellos.

Two Faces (Evan Peters Y Kai Anderson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora