54- Prensa

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Kai, desesperado, recorrió cabañas y hoteles en busca de Bell. Leyó una y otra vez la carta que ella le había dejado, sintiendo un nudo en el estómago. Las palabras escritas con su letra temblorosa resonaban en su mente.

La preocupación lo atormentaba mientras conducía por carreteras solitarias. Blair, su amiga de la infancia, lo llamó en ese momento, su voz tensa al otro lado de la línea.
— Kai, Tony tiene una rueda de prensa esta tarde. Creo que podríamos hacer algo ahí para avergonzarlo.

Kai suspiró. Sabía que Blair estaba dispuesta a cualquier cosa para exponer la verdad sobre los crímenes de su padre, pero él también entendía que no podían actuar sin más.
No podían sacar a la luz todo sin el permiso de la víctima.
—Blair, no podemos precipitarnos. Necesitamos ser cuidadosos.

Entonces Blair le dijo algo que lo emocionó por unos segundos.
— Tal vez Bell volvió y estará ahí con él.

Frenó en seco y preguntó
—¿Dónde será la entrevista?

La chica le envió la ubicación por mensaje. Kai manejó hasta el lugar y, una vez en el edificio, entró.
Muchas personas lo reconocieron, pero al ver su expresión de preocupación, nadie se acercó.
La sala estaba llena, y cuando comenzó la entrevista, Kai buscó a Bell con la mirada. Sin embargo, se decepcionó al ver que ella no estaba con Tony, el periodista que conducía la rueda de prensa.

Tony, con su micrófono en mano, comenzó a responder las preguntas, mientras Kai se sentía atrapado entre la esperanza y la angustia. ¿Dónde estaba Bell? ¿Por qué no estaba aquí? Su corazón latía con fuerza mientras esperaba respuestas en medio de la multitud expectante.

— Señor Anderson, su matrimonio con la señora Anna ha sido un ejemplo para muchos. ¿Qué nos puede decir al respecto? —preguntó el entrevistador.

A Kai le pareció una pregunta extraña y vio que su padre estaba nervioso.
—Anna y yo estamos mejor que nunca. Nuestro matrimonio es sólido, ella ha sido mi pilar y mi apoyo desde que empezamos a salir. No me imagino con otra mujer que no sea ella. - mintió.

El periodista asintió, pero su expresión cambió ligeramente. Kai veía a los fotógrafos tomar evidencia del momento, muchos de ellos con la cara cubierta por tapabocas.
— Interesante, porque una fuente cercana afirma que no es así. Nos han dicho que están separados y que incluso hubo infidelidad de tu parte con una joven de 26 años, con la cual aún mantienen una relación y se le ha visto a su lado como su asistente.

Kai, al igual que su padre, parpadeó, sorprendido.
—Eso es completamente falso.

—De hecho —continuó el periodista— fotografías de usted con la joven fueron publicadas en línea justo ahora.

Kai tomó su teléfono y busco información, ahí estaban publicadas fotos de Bell y Tony juntos en la casa, besandose e incluso acostados.
—Esa es mi vida privada y no tiene nada que ver con mi capacidad para liderar.

— Señor, si no puede manejar su matrimonio, ¿cómo puede esperar manejar un país?- gritó uno.

—¿No es hipócrita hablar de valores familiares mientras tienes un affair con alguien 20 años menor?—acusó otro.

La tensión en la sala era palpable mientras Kai observaba las fotos en su teléfono. Bell y Tony, juntos, en situaciones íntimas que no deberían haber sido capturadas.
Las voces acusatorias de los presentes resonaban en sus oídos, pero su atención se centró en una figura solitaria con una cámara fotográfica.

La persona con la cámara no era un espectador común. Su mirada estaba fija en Tony, y cuando fue empujado, la cámara se le escapó de las manos. Kai vio el brazalete en su muñeca y supo que era ella. Bell.

Kai se abrió paso entre la multitud, desesperado por alcanzarla antes de que desapareciera de nuevo.
La encontró justo cuando cruzaba la puerta de la sala. Bell reaccionó con rapidez, apuntando con una pequeña navaja al cuello.

— Bell...

La chica lo miró, sorprendida. La tensión se disipó un poco al reconocerlo.

— ¿Qué haces aquí, Evan?

— Kai — corrigió él —. Soy Kai.

El teléfono de Bell sonó, interrumpiendo el momento. Nerviosa, le advirtió:

— No puedes decirle a nadie que estuve aquí.

Kai asintió, su corazón latiendo con fuerza. Sabía más de lo que Bell imaginaba. La caja, el certificado de nacimiento... todo había sido parte de su búsqueda incansable de la verdad.

— Lo sé todo, Bell.

Ella parpadeó, sorprendida.

— ¿Meadow te entregó la caja?

Kai no respondió directamente, pero su silencio habló por sí mismo. Había enfrentado su pasado, incluso cuando eso significaba revivir dolorosos recuerdos.

El teléfono de Bell sonó nuevamente. Kai frunció el ceño al escuchar su disculpa por lo que él había vivido.
— Disculpa por eso, no debí... No debiste ver cuando Tony golpeó a mi madre.

Ella no sabía que él había sido el responsable de que Melissa quedara en ese estado.
— Bell...

La chica guardó la navaja y atendió la llamada.

— Sí, voy.

Antes de que pudiera irse, Kai la detuvo.
— Ven conmigo. Juntos pondremos fin a todo esto. No tienes que enfrentarlo sola.

Bell apretó los labios, indecisa. Aunque llevaba tapabocas, su sonrisa llegó a sus ojos.
— No. Esto es algo mío, solo mío. No quiero exponerte a más peligro.

Le entregó su brazalete, un símbolo de su pasado compartido.
— Tal vez en otra vida seamos felices.

Bell se marchó, dejando el futuro abierto, lleno de posibilidades. Kai la observó alejarse, preguntándose si alguna vez encontrarían la paz que tanto anhelaban.

 Kai la observó alejarse, preguntándose si alguna vez encontrarían la paz que tanto anhelaban

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⏰ Última actualización: Aug 06 ⏰

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Two Faces (Evan Peters Y Kai Anderson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora