Capítulo 28

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Lucía:

-¿Te tienes que ir?- me pregunta Pablo poniendo cara triste- Te voy a echar de menos

-No son ni dos semanas, no seas exagerado- me río

-Pero aún así, me voy a sentir solo sin ti

Niego con la cabeza y sigo metiendo ropa en mi maleta. Hace ya casi una semana que volvimos de Valencia, y ha sido una semana increíble. He tenido tiempo para hacer todo lo que me gusta y quería hacer. He leído, he salido a correr, aunque luego me arrepintiera, he quedado mucho con Izaro, he pasado pasado tiempo con Pablo, que se ha negado a separarse de mi en toda la semana...

Después de haber pasado la tarde en la clínica con Pablo haciendo ejercicios en las máquinas, hemos venido a mi casa porque tenía que preparar la maleta para las vacaciones de Navidad.

-¿Cuándo te vas?- me pregunta tumbándose en la cama

-Mañana cojo un AVE a las diez de la mañana

-¿Cómo es que no te vas en tu coche?

-Porque mi familia tiene casas en un pueblo del sur de Madrid así que más de siete horas, y no quiero conducir tantas horas yo sola en el coche

-¿Y te van a recoger a la estación, verdad?- me da ternura lo preocupado que se pone

-Claro que sí

Termino de cerrar la maleta y me tumbo a su lado en la cama. Le observo durante unos instantes mientras él hace lo mismo conmigo. Recorro su cara con los ojos varias veces, observando cada lunar, cada pequeña cicatriz... admirando todo en él 

-¿Estás seguro de que te quieres quedar a dormir?- le pregunto luego de un rato de silencio, aunque ya sé lo que me va a responder

-Pues claro que sí

No sé ni para que pregunto cuando llevamos toda la semana durmiendo juntos, tanto en mi casa como en la suya; y además ya lleva su "pijama" puesto, pero aún así siento que en cualquier momento se va a querer ir. Pero en realidad sé que no lo va hacer, y me lo ha demostrado toda la semana, queriendo dormir conmigo todos los días, y yo he estado encantada. A pesar de eso no hemos hecho nada más, y me gusta que no vayamos rápido.

-No entiendo como no te mueres de calor- me dice señalando mi pijama de manga larga

-Soy una persona muy friolera- me encojo de hombros- Así que no entiendo como no te mueres tú de frío

Pablo se ríe cuando señalo su "pijama" que es de manga corta. Pero la mayoría de días se termina quitando la camiseta porque dice que se muere de calor. Tengo que decir que el pobre es muy caluroso y yo duermo con el edredón, así que se asa de calor, aunque nunca se queja. Y cuando dormimos en su casa siempre tiene mantas para mi, por si tengo frío.

-Es que entre tu edredón, que da más calor que yo que se que, y que tú eres como una estufa que irradia calor, es como estar en un horno

Me río y me acerco a él para abrazarle. No sé como voy a poder estar todas las Navidades sin él. No es que no quiera ver a mi familia, claramente quiero verles, echo mucho de menos a mis padres. Pero es que, sobre todo después de esta semana juntos todo el día, me he acostumbrado demasiado él. 

A despertar a su lado, a como se me acelera el corazón cuando sonríe, como cada dos segundos se acerca a darme un beso, a todas sus pequeñas manías... 

-Te voy a echar mucho de menos...- murmuro yo acurrucándome en su pecho

-¿No decías que era poco tiempo?- se ríe y le doy un golpe para que pare

-Cállate y a dormir

Me separo de él y apago la luz. Hoy no nos tapo con el edredón ni con mantas, porque al haber estado todo el día la calefacción encendida la casa sigue caliente; y en cuanto abrazo a Pablo el calor que desprende también me invade, por lo cual estoy completamente a gusto. Siento que cuando me envuelve con sus brazos me pega aún más a él, y me sujeta con fuerza, como si quisiera fundir mi cuerpo con el suyo.

-Buenas noches- murmuro

-Buenas noches- dice antes de pegar sus labios a mi frente en un suave beso


Holaaa 

Siento haber estado ausente todo este tiempo, pero es que estoy de exámenes hasta arriba 

Sé que el capítulo es muy corto (muuuuuy corto) pero prefería subirlo ya aunque fuera minúsculo

Un paso másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora